Violencia contra adultos mayores en México, latente, hoy y siempre
Nota: Jesús Arizmendi Valdez
Foto: Derechos Reservados
Me han dicho viejo latoso, inservible, torpe y lento; no saben que soy dichoso, ya viví y estoy contento. Cada arruga de mi cara es un pedazo de vida y cicatriz de la herida que mi juventud dejara. (1).
“El orgullo de ser viejo”… Poema de los recuerdos… Anónimo…
Rosa del Carmen Morales, es una de las personas mayores que participaron como ilustradores del libro recopilatorio, “Gana vida con los mayores. Tertulias de pensionistas”.
Esta obra fue publicada en tres tomos escrita por el Fraile Agustino Recoleto, Miguel Ángel Hernández, bajo la editorial Minos III Milenio y agrupa una serie de artículos originales basándose en pequeños detalles de la vida cotidiana, que, en su momento, fueron publicados periódicamente en la revista agustino-recoleta “Santa Rita y el Pueblo Cristiano”.
Rosa, fue una mujer violentada por sus hijos; llegó a la Fundación Héctor Vélez y de la Rosa IAP, que le abrió un sinfín de posibilidades para fortalecerse y darse cuenta de que todavía tenía oportunidad para seguirse desarrollando, ahora, como adulta mayor.
En este sitio, aprendió, con la ayuda de diversos especialistas, a formarse y a desarrollar sus habilidades, sus capacidades en todos los aspectos de su vida, pues los profesionales dedicados al estudio y atención de los adultos mayores, le dieron esa mano que necesitaba para ser independiente, activa, productiva.
Casos como el de Rosa, nos hablan de lo mucho que puede hacer esta población y a decir de ella, “participar como ilustradora, representó un reto personal”, una y otra vez ha manifestado su agradecimiento a la fundación por darle esa oportunidad que le permitió revalorarse como persona, “sin duda, el trabajo de los ilustradores se puede calificar como transformador de la conciencia, lleno de significado humano y trascendente”, ha comentado Hilda Estela. Ruiz Gaytán López, directora de la fundación.
(1). Anónimo. El orgullo de ser viejo. Poema de los recuerdos.
No es sorprenderte que la violencia hacia los adultos mayores sea una constante en muchos de los hogares, violencia que va desde el rechazo, la discriminación, el aislamiento, el abandono, hasta la de tipo físico, psicológico, financiero, por negligencia o abuso sexual, como lo ha referido Liliana Giraldo Rodríguez, investigadora en ciencias médicas del Instituto Nacional de Geriatría, pues es justamente en esta etapa de la vida donde las capacidades físicas y mentales disminuyen con el deterioro de la salud y donde el rol dentro del ámbito familiar y social cobra factura, afectando su adaptación, lo que conlleva la dependencia de los adultos mayores.
Se vuelve cotidiano el hecho de excluirlos de las conversaciones, de humillarlos, de hacerles saber, incluso sin hechos, “que su tiempo se ha terminado” porque ya no son productivos y si a ello sumamos el hecho de que vivimos en una sociedad capitalista en la que se valora más “lo nuevo que lo viejo”, dice la investigadora del Instituto Nacional de Geriatría, tenemos entonces un panorama desolador para muchos de los adultos mayores, porque de alguna manera, pierden prestigio ante la sociedad, así como diversas oportunidades que les permitan tener una vida digna.
Violencia como resultado de la globalización
Sabemos que la violencia, sólo cambia de forma e intensidad, pero al fin, sigue siendo violencia y yo le preguntaría, ¿sabe qué factor detona esta condición en la sociedad?; quizás podamos atrevernos a encontrar una respuesta si revisamos el libro Allegro m derato- Adagio: Teme a tu vecino como a ti mismo, del filósofo esloveno Zizek Slavoj, Sobre la violencia, Seis reflexiones marginales, Barcelona, Piados, (2009).
En esta obra, el autor examina críticamente las diversas formas de violencia en las sociedades modernas en proceso de globalización. De hecho, sostiene la omnipresencia de lo violento en todas las variantes actuales de la organización política, desde los regímenes dictatoriales que practican el terrorismo de Estado, hasta las democracias parlamentarias que pretenden sustituir para mejor a los primeros.
Luego entonces, (2), la teoría de Zizek Slavoj, nos conduce a la conclusión de que la violencia sería una consecuencia principal del sistema capitalista, que domina hoy al tejido de las relaciones que abarca al mundo entero, un mundo, en el cual rigen las “forzosidades” económicas sistémicas, a las que resulta imposible escapar y partiendo de una explicación muy simplificada para referirse al origen de la violencia omnipresente en la modernidad, sostiene Zizek, “localizamos la causa última de la violencia en el miedo al prójimo…” (243).
(2) Zizek Slavoj. Sobre la violencia, Seis reflexiones.
Esta “causa” le inspira al pensador una de las perspectivas más interesantes del libro, a saber, la exploración de las formas lingüísticas de violencia que son parte de todo lenguaje, pero además, nos dice en “Sobre la violencia” (Paidós), que tenemos muy presentes las señales que lanza ésta con su estela de sangre, pero que debemos aprender a distanciarnos de ese señuelo que nos permite identificar incluso, a los agentes que la provocan, para descubrir la “violencia oculta”, que es su verdadero cimiento.
Pensión como única fuente de ingresos
Hablemos de la violencia económica, por ejemplo y retomemos lo que la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), ha referido en un estudio, en el sentido de que uno de cada de cada tres adultos de 65 años o más, depende únicamente de su pensión como fuente de ingresos, la cual, oscila entre los 608 y seis mil pesos mensuales.
En el documento, se da a conocer que México ocupa el segundo lugar en la tasa de pobreza de personas retiradas, entre los 34 países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y que cuenta con un sistema de pensiones que data de 1992, mientras que la expectativa de vida ha pasado de 66 a 76 años, lo que implica una dependencia a la pensión por más tiempo.
En su reporte del cuarto trimestre del 2017, la Consar detalla que aproximadamente el 63 por ciento de los adultos mayores cuenta con ingresos complementarios como el trabajo, las rentas y las transferencias de otros hogares.
Si desmenuzamos el reporte, encontramos que en el 2016 teníamos 9.6 millones de personas de al menos 65 años y que sólo 2.9 millones (31 por ciento), tuvieron ingresos por pensión o jubilación principalmente de instancias como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), entre otros y que todas han sido otorgadas bajo el esquema de pensión contributiva, cuyos fondos se crearon a partir de las aportaciones de los trabajadores activos, por lo que tenemos que, aproximadamente 2.5 millones de mexicanos mayores de 65 años (26 por ciento), no tiene ingresos por algún sistema similar.
Contraria a esta situación, encontramos que los adultos mayores de 65 años con el menor ingreso, no tienen otra “entrada” económica, por lo que dependen en una alta proporción de la pensión no contributiva, lo cual los pone en desventaja y con mayor vulnerabilidad.
Respeto en el pasado
Y así, llegamos a la parte donde la violencia nos conduce a ver una sociedad egoísta, contraria a la de antaño en la que, dentro de la familia, aquel grupo compacto y autosuficiente, los “mayores” eran el centro de la toma de decisiones, representaban respeto y donde el cuidado de los más pequeños no era una obligación, sino un gusto y donde ellos, los más pequeños, cuidaban de sus adultos mayores.
Los actuales modelos familiares, sus roles y los cambios que, en general, ha experimentado la sociedad, han influido en las actitudes hacia los ancianos, aunado a ello, factores como la escasa superficie de las viviendas y la incorporación de la mujer al mercado laboral, han determinado que la familia no los tome en cuenta y más aún, que asuma los cuidados que requieren, lo que deriva en la necesidad de mecanismos alternativos como residencias, servicios de apoyo domiciliario y hospitales geriátricos para tal fin.
Todo esto, trae a mi mente aquel libro de Zygmunt Bauman (2005) Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. Barcelona, Piados, en el que refiere que la “condición” de ser excluido consiste en la ausencia de ley aplicable a él”.
Bauman se detiene en un concepto: “superpoblación”. Habitualmente, afirma, que el peligro de la superpoblación se asocia con regiones como África que, en rigor, es una de las que en la actualidad cuenta con menor densidad de población. En cambio, países como Holanda o Bélgica, cuya densidad de población es en proporción muy superior, nunca son considerados “superpoblados”. Esto quizá se deba a que “el peligro de la superpoblación” no alude simplemente a la cantidad de pobladores, sino a su condición económica; luego entonces, “la población excedente”, sostiene el sociólogo, “es una variedad más de residuos humanos”.
Quienes son “demasiados”, son aquellos que no están en condiciones de producir y consumir como “ciudadanos normales”, dice. Habla de la amenaza que representa su presencia al poner en peligro el trabajo de los “incluidos” y a la vez, son espejo de una situación de la que nadie, está en principio, exceptuado.
Hoy ya no hay un “afuera”. (3). Al contrario, los expulsados por el sistema en países subdesarrollados intentan reingresar en él en las grandes ciudades. Ahora bien, como el sistema no tiene ningún tipo de propuesta para “reciclar” a esas mujeres y hombres residuales, busca al menos aparentar ante quienes aún no lo son, que se ocupa del problema. Se da, entonces, un paso del “Estado social” inclusivo, a un “Estado excluyente”, sustentado en el control de las fronteras.
(3). Zygmunt Bauman (2005). Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias.
Lo anterior, nos lleva a reflexionar sobre el deterioro de las relaciones personales en el que vive nuestra sociedad, derivado de la enajenación y es a tal grado, que los adultos mayores se sienten hasta ajenos dentro de la sociedad en la que viven.
De aquí, que Edith Landa Rubio, de la Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología (Amapsi), critique el hecho de vivir en una sociedad en aislamiento en la que se trata de ser más productivo, de ganar más, de vivir con cosas que no son necesarias, de competir, de ganar y ser el mejor, condiciones que han generado que la soledad valore a quienes producen y ganan más y pongan en desventaja a los adultos mayores, ante la falta de tiempo para convivir con ellos.
Entendamos que los abuelos ya no tienen la energía para ser cuidadores y son juzgados por sus deficiencias, pese a que sus hijos necesiten de su apoyo para criar a los suyos, quienes hoy manifiestan elevados desempeños, creándose, entonces, un círculo en el que ambos, viven con desventajas.
Por ello, en la medida en la que todos comprendamos que los adultos mayores no son “los otros”, sino “nosotros” en el devenir del tiempo, lograremos un trato más humanitario, justo y equitativo para ellos.
Ciudades amigables
Viene a mi mente lo que el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores Inapam, publicó un texto en el que llama a generar “ciudades amigables”, para favorecer una mejor condición de vida de los adultos mayores. Ciudades amigables fue un proyecto internacional de la Organización Mundial de la Salud, OMS, propuesto en 2005, en el XVII Congreso Mundial de Gerontología, en Río de Janeiro Brasil, en un marco de respeto e inclusión social.
Al respecto, recuerdo las palabras de Rocío Nolasco Ochoa, psicóloga de este organismo, (4). quien ha comentado que una ciudad amigable adapta sus estructuras y servicios para que sean accesibles e incluyan a las personas mayores con diversas necesidades y capacidades, las cuales, además, deben proveer estructuras y servicios que sostengan el bienestar y la productividad de sus residentes.
Habla de alentar el envejecimiento activo con más oportunidades de salud, participación y seguridad, a fin de mejorar la calidad de vida de las personas mientras envejecen y ha referido que el 25 por ciento del estado de salud y bienestar de una persona, depende de factores genéticos, pero que el otro 75 por ciento, está influenciado por factores externos o ambientales.
(4). Organización Mundial de la Salud OMS. Ciudades Amigables. (2005).
Por eso se refiere a facilitar un entorno en el que se promueva un envejecimiento independiente, autónomo y de calidad y no un entorno obstaculizador que genere un envejecimiento dependiente, con discapacidad y muerte; al hecho de que las personas puedan desenvolverse con plenitud y sea ésta, una oportunidad para que las personas de la tercera transciendan, al tener “bajo la manga” las herramientas necesarias para ello.
Y aquí, retomo lo que ella cataloga como características de las ciudades amigables: inclusión, diversidad, respeto a las decisiones y elecciones de estilos de vida, respuestas con base en las necesidades de los adultos mayores y protección, en general, para personas vulnerables.
Me atrevo a retomar también lo que en el documento Ciudades Globales Amigables con las Personas Mayores: Una Guía, publicado en 2007, se sugiere como parte de ellas, ser urbes con espacios al aire libre y edificios accesibles; viviendas que faciliten la autonomía e independencia de los adultos mayores; servicios de transporte seguro, respetuoso y accesible; capacitación y opciones de empleo; oferta de servicios de salud, planificación y cuidado para emergencias, así como estrategias de comunicación que consideren a este sector de la población, como personas productivas que mucho pueden aportar para favorecer una mejor sociedad.
Arduo trabajo para la prevención
Un trabajo para la prevención del problema del abuso y maltrato al anciano, conlleva la atención tanto de él como de su cuidador, teniendo en cuenta que puede ser víctima cualquiera de los dos y, por tanto, convertirse en sujeto susceptible que demanda atención.
Sabemos del gran vacío que hay en el tema y que debe atenderse a la brevedad, sobre todo, cuando la pirámide de población se ha invertido y se advierte un crecimiento significativo en el rubro de adultos mayores, poner énfasis en éste, que pude ser el “talón de Aquiles” para el Estado, significa potenciar políticas públicas que contribuyan a que dicho sector se fortalezca, sea independiente, productivo, autosustentable e incluso, que contribuya con su fuerza de trabajo en el desarrollo y crecimiento del país, de acuerdo a sus capacidades.
Retomar la importancia que tenía en antaño dentro de la familia y de la misma sociedad, traería consigo un sinfín de beneficios, pues dejaría de ser “un estorbo”, como se le ha catalogado, para convertirse en parte esencial de la toma de decisiones en estos núcleos y más aún, ser autónomo y autosuficiente.
Se evidencia también, un desconocimiento por parte de los profesionales en el ámbito jurídico, pues a decir de éstos, se trata de un tema vinculado a la familia donde el respeto hacia ellos y el pleno goce de sus derechos, se ven mermados por las actuales dinámicas de la sociedad, una sociedad que va de prisa sin mirar lo inmediato dejándolo pasar, dejándolo en el último lugar sin importarle las consecuencias que ello conlleva y mucho menos, mirar, para atender oportunamente.
1.- Cfr. Bandrés, F: Vejez biológica y biográfica. Ed. Fundación E. Mounier, Madrid, 2015
2.- Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores. Inapam. Por una cultura del envejecimiento. 2010
3.- Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. Conapred. Encuesta Nacional sobre Discriminación en México. Resultado sobre personas adultas mayores. 2010.
4.- Miguel Hernández Domínguez. Ed. Minos III Milenio, México 2016. Gana vida con los mayores. Tertulias de Pensionistas
5.- Universidad Autonoma de Madrid. Colaboraciones Ética ancianos. https://www.uam.es/personal_pdi/elapaz/mmmartin/4_colaboraciones/etica/ancianos.html
6.- Poema mayor. El Orgullo de Ser Viejo
http://www.poemayamor.com/2012/08/18/poema-el-orgullo-de-ser-viejo
7.- Instituto Nacional de Salud Pública. Adultos Mayores. 2015.
8.- Periódico Somos Hermanos (2012). Reportaje Adultos Mayores. Jesús Arizmendi.
9.- Portal Somos Hermanos agosto (2018). El viaje aún no termina. Miguel Moctezuma Alvarado. https://www.somoshermanos.mx/2020el-viaje-aun-no-termina/
10.- Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores. Inapam. Documento Urgen Más Ciudades amigables con los mayores.
https://www.gob.mx/inapam/articulos/urgen-mas-ciudades-amigables-con-los-mayores?idiom=es
11.- Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro Consar. Nota informativa Sin Embargo. 4.7 millones de adultos mayores en México. https://www.sinembargo.mx/15-02-2018/3385860
12.- “Allegro mderato-Adagio: Teme a tú vecino como a ti mismo” en: Zizek, Slavoj (2009) Sobre la violencia. Seis reflexiones marginales. Barcelona, Piados.
13.- Bauman, Zygmunt (2005) Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. Barcelona, Paidós.