@aleja2510
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Anunciación.- En el marco del Día del niño y niña, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México dio a conocer que el trabajo infantil está presente en todos los sectores productivos, pero en condición de informalidad e ilegalidad, en ese sentido, expuso la urgencia de “diseñar un marco legal e institucional adecuado, que aborde el fenómeno en todas sus dimensiones”.

Mónica González Contró, secretaria académica del Instituto, aseguró que aunque no hay estadísticas ni un seguimiento puntual, de acuerdo con la situación de pobreza de muchas familias en México podría ser un fenómeno en aumento, “porque lo que lleva a los casos más graves es la necesidad”.

Mediante comunicado emitido por la máxima casa de estudios, González Contró explicó que “existe una correlación entre un menor nivel de escolaridad de los padres y una mayor incidencia de trabajo infantil, es decir, una relación directa con el ciclo de la pobreza y la exclusión social”.

“El artículo 4º Constitucional, que reconoce los derechos de las personas menores de 18 años, menciona salud, alimentación, educación y sano esparcimiento, que es muy limitado en relación con la Convención sobre los Derechos del Niño, instrumento internacional que contiene un amplio catálogo de garantías que incluyen libertades, derecho a la participación, al juego, y acceso a la justicia, entre otros”.

Ante ello, dijo que hace falta un diagnóstico claro sobre las dimensiones. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo incluye un módulo de trabajo infantil, “que nos da un primer acercamiento al diagnóstico de lo que ocurre en México”.

Según ese estudio (2009), hay tres millones de personas entre cinco y 17 años que realizan alguna actividad económica. De ese total, el 28.4 por ciento tiene entre cinco y 13 años, y 71.6 por ciento, entre 14 y 17. De las personas menores de edad que laboran, 1.2 millones no asisten a la escuela.

Casi 32 por ciento de los que trabajan lo hacen 35 horas o más; 23 por ciento entre 15 y 34, y el 27 por ciento menos de 15 horas semanales. Esto “implica una clara vulneración de sus derechos, porque no pueden asistir a las aulas y tienen una sensible reducción del tiempo disponible para realizar otras actividades”.

La Organización Internacional del Trabajo, concluyó, ha catalogado como las “peores formas de trabajo infantil” a la explotación sexual, la prostitución, la esclavitud y la utilización de niños en tráfico de estupefacientes, entre otros, “pero no es labor, sino explotación, y más bien son delitos donde hay víctimas”.