Urgente, a los 66 diputados de CDMX
Agradezco mucho su atención. Quiero ser muy concreto para no robarles su tiempo. Soy uno más de los más 9 millones de habitantes de la CDMX, soy chilango y agradezco mucho cinco minutos de su tiempo.
Mi profesión es la comunicación, soy periodista de corazón, amo mi ciudad y su gente y como ustedes soy amigo de la libertad, de la diversidad y del respeto a los derechos de todas y de todos.
Tuve que checarlo dos veces porque cuando me lo dijeron no lo creí; en realidad no lo entiendo, como no lo entendería la gran mayoría de la población y creo que estamos a tiempo de poner freno.
La iniciativa de la diputada Yuriri Ayala, que apoya Clara Brugada, Jefa de gobierno de la ciudad, de suprimir el aborto del código penal, sería criminal. Nunca he estado a favor de criminalizar a la mujer que aborta, pero me parece tremendo desproteger a un embrión chilango de varios meses de vida, de varios kilos de peso, con un sistema nervioso desarrollado, capaz de sentir -algunos aseguran que amar- y conectar con la realidad.
Comparto con todo respeto 6 reflexiones para su consideración, señores diputados:
1. Estudios médicos indican que los abortos realizados después de las 20 semanas de embarazo aumentan drásticamente la mortalidad materna.
2. Para sacar del vientre de su madre a un embrión de edad avanzada se le necesita romper el cráneo y sin anestesia.
3. No me parece adecuado que los embriones de la CDMX estén menos protegidos que los del resto del país; que CDMX sea la única ciudad en el país donde se permita eliminar un embrión durante los 9 meses del embarazo.
4. En ningún país del mundo está permitido lo que en CDMX quiere hacerse realidad: poder quitarle la vida al embrión en cualquier momento de la gestación.
5. México ha firmado tratados internacionales como la Convención Americana de los derechos humanos, en los que se comprometió a defender la vida humana desde el vientre matero.
6. Porque mejor no ocuparse en legislar sobre cómo proteger y acompañar a la mujer embarazada para que nunca le falte nada: mi atención médica, ni ayuda psicológica, ni alimento, ni trabajo y ocuparse también en cómo educar mejor para reducir embarazos inesperados?