Una mujer universal
Falleció Lucía Chávez Galván, una mujer universal y a quien Dios le dejó ver la fecundidad de su entrega. Numeraria Auxiliar del Opus Dei, pidió su admisión el 14 de febrero de 1952, el mismo día que su hermana Santos, una en la mañana y otra por la tarde. El, 16 de enero de 2025, en la primera hora del día, Dios la llamó a su presencia a los 93 años de edad.
Es un día de duelo y oración para su familia y amigos, pero también un día de acción de gracias por su vida, oculta y escondida, su fidelidad se multiplicó por cientos de vocaciones en México y muchas otras partes de América que siguiendo su ejemplo respondieron con generosidad a la llamada de Dios.
Es sin duda una mujer universal porque hizo rendir y multiplicó los talentos que Dios le dio. Ocupada en tareas domésticas, ocultas y escondidas potenció desde atrás el trabajo fecundo de sus hermanos y hermanas. Tuvo mucho en cuenta las cosas pequeñas y su cuidado de la virtud de la pobreza fue ejemplar. Muy responsable en sus trabajos, transmitía sus conocimientos a las más jóvenes.
Seguía el curso de la vida política del país y rezaba para que el comunismo no arraigara en nuestras tierras mexicanas. Le gustaba oír las noticias y las entrevistas de política.
Su fidelidad a sus normas de piedad era notable. Rezaba con cariño y en los últimos años de su vida lo hacía más intensamente.
Permitió con su vida que el Opus Dei fuera una familia. El servir brota de la caridad, dijo Don Luis Ramos en la homilía de la Misa que celebró el viernes 17 de enero a la que asistieron numerosas mujeres del Opus Dei, y para Lucy servir era un orgullo, se notaba siempre su actitud dispuesta a servir. Portaba a diario su bata de trabajo y no podíamos convencerla de que al menos a ratos se la cambiara por traje de calle.
Cuando se arreglaba más con motivo de alguna festividad familiar o religiosa, le gustaba ir muy bien combinada.