TRABAJE SIN TENSIONES

10 mayo, 2022

Autor: Gabriel Martínez Navarrete

Cuando nos tensionamos tendemos a echarle la culpa al otro y no nos damos cuenta que parte importante para conservar la serenidad y la paz interior se encuentra en nosotros, y, por lo tanto, dentro de nuestra zona de control: en nuestras actitudes.

 

A continuación, expongo cinco áreas para examinarnos e identificar lo que nos perturba y trabajar sin tensiones:

 

  1. Identifique el origen de las tensiones, por ejemplo:

 

  • Roces –por menudencias- con personas cercanas, a los que se les da demasiada importancia.
  • Falta de interés por la gente.
  • Poner mal ejemplo, en cuanto a los plazos de entrega.
  • Actitudes contradictorias hacia los subordinados.
  • Prometer cosas, sin intención de cumplir.
  • Indecisión y evasión ante los problemas.
  • Miedo a desorganizarse cuando surgen emergencias.
  • Trabajar en un departamento desorganizado, desordenado y carente de entusiasmo.

 

 

  1. Falta de tiempo.

 

  • Aprenda a priorizar
    • De importancia a lo importante.
    • Lo importante y a la vez urgente debe esperar, precisamente para pensar soluciones con alternativas, y, en su caso, optar por la que más prometa.
    • Lo muy urgente y que no es importante, trate de delegarlo.
    • Haga lo que debe hacer y esté en lo que hace.
    • Prevea, descubra los posibles problemas con anticipación, cree las oportunidades y sea sagaz para poner los medios en el momento preciso.
    • Identifique y minimice los “robadores” de tiempo.
    • Disciplínese y organícese. Entregar las cosas a tiempo es muy importante.
    • Mantenga la visión de conjunto.

 

  1. Aumente la responsabilidad consigo mismo y con los demás.

 

  • Disculpe siempre y aprenda a comprender, poniéndose en el lugar de la otra persona, con actitud de ayudarla.
  • Las personas son lo más importante, interésese por sus cosas y trate a las personas con la dignidad que se merecen, son hijas de Dios.
  • Confíe en las personas. Nada hay tan eficaz como confiar, será correspondido por su gente.
  • Estimule la responsabilidad y la creatividad, y escuche a la gente. La mayoría de las ideas saldrán de ellas.
  • Sea sincero y sencillo. Esta actitud hará que los demás tengan confianza en usted.
  • La amabilidad le hará accesible a todos.
  • Afronte los problemas conforme se le van presentando, y priorícelos.
  • Las emergencias le llevarán precisamente a ser más ordenado.
  • Ordénese y el orden le guardará.

 

  1. Reconozca sus posibilidades

 

  • Mantenga la visión de conjunto.
  • No se comprometa a hacer nada que le sea imposible realizar o que esté fuera de sus posibilidades. Para ello, es necesario que reconozca sus limitaciones, sus puntos fuertes y sus puntos débiles, capacidad de servicio, etc.

No sólo lo personal, sino también lo del departamento o empresa.

  • Busque toda la ayuda que sea necesaria.
  • Sus superiores deben saber lo que pueden esperar de usted y usted debe saber hasta dónde puede apoyarse en sus subordinados.
  • Si desea producir cambios positivos en los que dependen de usted desarrolle con ellos planes de capacitación y formación. Esto cambia las actitudes, haciendo a la gente más eficaz y positiva.

 

  1. Desarrolle un plan personal de acción. Despreocúpese, pero ocúpese de que el plan funcione.

 

  • Este plan de acción debe ser concreto y realista, con metas contabilizables.