En circunstancias raras pero difíciles el parto implica un holocausto, de modo que provoca que nos inclinemos, reverentes, ante la madre; no sin razón “ser mamá es ser mártir”, dice un refrán italiano. Mientras el niño abre los ojos a la vida, la madre los cierra para siempre.
Del mismo modo, también los hombres son inimitables y necesarios. Esto explica la realidad equilibrada de la complementariedad de un sexo respectos al otro.
El modo de afrontar el futuro, predicho en el párrafo anterior, tiene muy variadas manifestaciones, como ricas son las facetas de la vida humana. Uno de esos modos se vivió el primer día de este mes, al celebrar el “Día Mundial de las Madres y los Padres”, como un reconocimiento –en el Noveno Congreso Mundial de las Familias- a quienes desinteresadamente dan al mundo lo mejor de sí mismos dándoles lo mejor a sus hijos.
#SinTi cortometraje en homenaje al amor de las madres quienes de manera incondicional dicen #TeAmaré por siempre, se viste con la música de @MiguelBose y la dirección de @LuisMandoki #lomásdifícildesermadre