En nuestro país existen instituciones que buscan prevenir la violencia intrafamiliar y preservar los derechos de los niños y las familias, como Una Mirada de Amor IAP mediante los talleres educativos, actividades artísticas, asesoría jurídica y psicológica para niños, jóvenes y adultos que brinda.
A falta de una acción de las autoridades educativas, que no debemos esperar, la responsabilidad recae por entero en los padres de familia, quienes deben sentir vivamente el compromiso de educar personalmente a sus hijos, sin tratar de suplir la función de la escuela y de la universidad, porque esta es muy pobre en cuanto a los valores.
Dicha asociación nació del interés de un grupo de jóvenes de mejorar su comunidad, generando así un movimiento que ha crecido desde 2003 hasta convertirse en una asociación civil en 2005 y ha logrado cambiar el rumbo de cientos de jóvenes que se han convertido en agentes de cambio en la mejora de su ciudad.
La educación profunda que da sentido trascendente a la vida –no la encontramos en la instrucción, que es lo que usualmente ofrecen las escuelas -: recae principalmente en los progenitores.
Contrarrestar al rezago educativo a través de una enseñanza de calidad, y con ello empoderar a las personas en favor de una igualdad social articula la misión de esta institución, que actualmente opera en diversos estados de la república, de entre ellos la Ciudad de México, Puebla, Hidalgo, Veracruz, Chiapas, Michoacán y Estado de México.