Durante muchos años, se creyó fervientemente que la persona encontraba el impulso de la motivación en la remuneración económica, el premio, el aplauso; sin embargo, esta forma de estimulación provocó en muchas generaciones, la sensación de ser un objeto de utilidad.
Muchos personajes ilustres de la historia tuvieron unos progenitores que educaron a sus hijos con ideales de servir a la Patria y virtudes ciudadanas.
En la infancia no somos capaces de valorar en toda su profundidad la ayuda que recibimos de nuestros padres en primer lugar, y después de tantísimas personas más, como otros miembros de la familia, nuestros profesores, nuestras amistades, e incluso todas aquellas personas que hacen posible la buena marcha de la vida en el poblado y en la sociedad más amplia.
Todos hemos venido a esta tierra para encontrar una misión, no hay persona que no la tenga. Y cuando estamos frente a una persona a la que estamos dispuestos a amar por el resto de nuestras vidas, la consigna es para ayudarse y darse mutuamente.
Ante habitantes de la Alcaldía Azcapotzalco y durante su plática sobre “Valores y Familia”, Jiménez Godoy, aseguró que se deben fortalecer los valores morales, espirituales y culturales, ya que todas nuestras luchas deben ir encaminadas y centradas en defender la familia, la vida y la educación.