Los hijos son, como dijo San Juan Pablo II, “un don preciosísimo del matrimonio, signo de unión conyugal y una síntesis viva del padre y de la madre” Por lo tanto, los hijos deben ser un elemento importante de unidad entre los esposos y no causa de conflicto.
La autoestima, la vamos formando con nuestras experiencias afectivas y emocionales; experiencias que nos hacen sentir aceptados reconocidos y amados, principalmente por nuestros padres y seres queridos.
Me permití escuchar una charla del P. Alfonso Güemez, en donde de forma muy didáctica comparte 4 pilares para reconectar a los matrimonios, pero antes de esa descripción que quiero retransmitir y reflexionar, también me permito comentar un punto fascinante en esta charla: el MATRIMONIO es una SINFONÍA SUBLIME, ÚNICA E IRREPETIBLE…
El cáncer infantil se considera un “milagro moderno” debido al aumento significativo en las tasas de supervivencia, especialmente en los países desarrollados de altos ingresos, pues atender esta enfermedad representa un gasto millonario que es ahora la principal causa de muerte.
Pero el amor es mucho más que un sentimiento positivo hacia otra persona, con la esperanza de ser correspondido de la misma manera. El amor es, sobre todo, la decisión de buscar, y realizar el bien de la persona amada.