Con el trabajo construimos nuestro futuro, de tal modo que el trabajo bien hecho, viene a convertirse en nuestro principal capital. Más aún, lo que hacemos en el presente, eso cosecharemos en el futuro.
Lo más importante es el sentido que se le dé al esfuerzo: primero Dios, luego los demás y en tercer lugar uno. Mientras más útil y desprendido de sí se imagine, mayor será la fuerza interior para superar las dificultades y conseguir el ideal.
Todos los ciudadanos del mundo, hemos de ver estos momentos como la oportunidad de prepararnos para la continuidad de la vida. Tanto en la tierra como en el cielo.
La naturaleza se alegra, los animales y nosotros, los seres humanos, nos alegramos en grande al recibir el más grande Don que Dios ha hecho a los hombres: enviarnos a su Hijo Jesús al mundo.
Me permití escuchar una charla del P. Alfonso Güemez, en donde de forma muy didáctica comparte 4 pilares para reconectar a los matrimonios, pero antes de esa descripción que quiero retransmitir y reflexionar, también me permito comentar un punto fascinante en esta charla: el MATRIMONIO es una SINFONÍA SUBLIME, ÚNICA E IRREPETIBLE…