Por ese grave planteamiento, necesitamos revisar qué significa para cada uno la Navidad, cuál habría sido mi respuesta, de qué lado me hubiera colocado. Cuáles son mis argumentos. Los hay sentimentales y otros profundos, teológicos. Importa descubrirlos y recuperar los segundos.
Las palabras y las acciones necesitan ser conformes a la realidad que expresan. Esta afirmación nadie la niega. Es necesario, para la convivencia humana dar mutuo crédito a las palabras y creer que nos dicen la verdad. La sinceridad, es, pues, como la principal cualidad de la conciencia.
Darle tiempo de calidad a la familia es vital, para que en la vida laboral tengamos la serenidad suficiente de hacer las cosas con orden. La serenidad es la tranquilidad en el orden, lo cual nos permite pensar y trabajar con inteligencia.
La alegría nace de ser y de sentirnos hijos de Dios. Se manifiesta en la sonrisa oportuna o en un gesto amable: hace posible el diálogo y la conversación. Anima a superar las numerosas contradicciones de la vida. Enriquece a todos.
Esto sucede con nuestra vida. Diariamente no la valoramos. Generalmente sólo se detienen a estudiarla los médicos, los filósofos y algunos más como los abogados, que indican una serie de sanciones a quienes atentan contra ella sin motivos justificados. Personalmente reflexionamos sobre ella cuando falla algún aspecto, o cuando quieren incrementar su rendimiento como los deportistas.