En la Fundación Tagle IAP buscan enaltecer a las personas mayores a través de la promoción de la cultura de respeto, el reconocimiento como sujetos de derecho, el acompañamiento jurídico, el apoyo económico, así como fortalecer procesos de formación y capacitación en torno a un envejecimiento sano y activo.
La Institución de Asistencia Privada Asilo de Ancianos Rosa Loroño ha trabajado incansablemente para dignificar la vida de las personas adultas mayores que se encuentran sin familia, sin hogar o sin una calidad de vida adecuada. El asilo se ha convertido para los beneficiarios en un hogar, el lugar en el que pueden recibir un trato de respeto, amor y solidaridad.
Las personas que llegan ahí son atendidas con calidez y se les da lo mejor de sí para ayudarlas dependiendo de la situación en la que se encuentren, sobre todo las hacen sentir parte de una familia y los llenan de amor. El Asilo cuenta con dormitorios, baños, cocina, comedor y espacios comunes y el personal los atiende las 24 horas del día.
Martha Teresa Benítez Gil, directora de la institución, comentó en una entrevista para Somos Hermanos que no pueden detener su labor y dejar abandonados a sus beneficiarios, es por esto que todos sus colaboradores siguen trabajando para asegurar el bienestar de los residentes.
Pues bien, convertirse en abuelos, no necesariamente significa ser viejo y mucho menos anciano. Los abuelos jóvenes, están en plenitud de la edad, en edad de producir con su trabajo bienes de toda clase: ciencia, servicio, enseñanza, empresas, negocios, instituciones, asociaciones civiles y hasta hacer política, además de procurar los medios económicos para su familia, en la que ya hay hijos autónomos y productivos, que han iniciado su propia familia.