Anunciación.- Más de 5.5 millones de niños, han sido afectados por la guerra en Siria y un millón no recibe ayuda humanitaria por encontrarse en zonas bajo asedio o de muy difícil acceso, informó Unicef.

Al cumplirse este mes tres años del inicio del conflicto en Siria, Unicef declaró que ese país “es uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser un niño”, donde han muerto ya más de diez mil menores. Los niños fuera de la cobertura de las organizaciones humanitarias necesitan vacunas contra la polio -enfermedad que ha reaparecido en Siria-, tabletas para purificar el agua, artículos de higiene y servicios médicos y educativos.

Cerca de la mitad de la población en edad escolar, 2.8 millones de niños, han abandonado la escuela, una situación que de prolongarse tendrá un grave impacto en el futuro del país y en sus posibilidades de reconstrucción, dijo la representante adjunta de Unicef en Siria, Hamida Laseko.

El organismo especializado en la protección de la infancia calcula que más del 20 por ciento de las escuelas en Siria han quedado inhabilitadas para la enseñanza y que al menos una proporción similar de profesores ha abandonado el sistema escolar.

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