Sin ancianos, no hay futuro: La vejez no es sinónimo de debilidad
Por: Emmanuel Camacho
Fotografía: Edgar Rojas
La Comunidad de Sant’Egidio, movimiento internacional de laicos con presencia en más de 70 países, realizó el encuentro virtual “Sin ancianos, no hay futuro”. En él, participaron distintos especialistas en filosofía, sociología, medicina y atención espiritual que han vivido de cerca el abandono a la atención a ese grupo.
La mayoría coincidió, que en la cultura actual cuando se habla o expone el tema de la vida y de los derechos de las personas adultas mayores, no se le da suficiente seriedad.
Llegar a la vejez es un fortunio que no todas las personas podrán disfrutar debido a las condiciones físicas, mentales y de contexto en el que vivan. Por lo que, la sociedad debe valorar a las personas que logran llegar a esa etapa de vida.
Ellos son repositorios vivos de la memoria de la comunidad, de experiencias personales o profesionales que pueden compartir a los jóvenes y adultos y, para los más pequeños les da un sentido de futuro.
Ancianos, un grupo señalado en la cultura del descarte
La posibilidad de un futuro sin ancianos sólo es posible bajo una cultura del descarte. Este concepto acuñado por el Papa Francisco se refiere al valor que se le da a la utilidad de lo que hacen o logran las personas sobre la solidaridad y fraternidad que nos deberían unir como humanidad.
La Comunidad de Sant’Egidio reafirmó durante este encuentro los principios de igualdad que deben imperar en el tratamiento hacia los ancianos tanto el ámbito público como privado. Ya que en estos tiempos convulsos de la pandemia se ha hecho notorio que los derechos universales relacionados con la salud y la asistencia sanitaria no se están brindando de forma adecuada a los adultos mayores.
Algunos de los especialistas comentarón que en diversos países, quedaron establecidos parámetros de atención sanitaria prioritaria. Sin embargo, este modelo visto con detenimiento promueve una “sanidad selectiva” que ve en los ancianos un excedente en el grupo comunitario. Y este excedente es descartable.
Así, los adultos mayores son colocados en una situación vulnerable. Este grupo es señalado en las decisiones de los comites médicos debido a su edad y algunas complicaciones físicas; con lo cual se justifica una forma de elección sobre la vida de ellos a favor de la vida de los jóvenes o grupos más sanos.
Pero esta no es una batalla perdida para los ancianos. Si bien la mortalidad de las personas mayores de 80 años ha sido cinco veces mayor que en otros grupos esto ha ocurrido en Europa. Para la doctora en Ciencias Sociales, Verónica Montes de Oca, “si bien el incremento de fallecidos de adultos mayores ha sido más notorio en Europa; el caso de México nos da ánimo en el sentido que en este país la muerte no ha seguido la tendencia europea”.
Valorar la vida en todas las etapas del ser humano
El proceso del envejecimiento debe ser valorado por los más jóvenes. A manera de concluisión del encuentro virtual, se hizo énfasis en que los ancianos deben contar con los mismos derechos y la igualdad que una persona de menor edad. Ningún grupo o sociedad debe decidir sobre quién puede vivir y quién debe morir. Todas las personas deben encontrar la facilidad para cumplir con su ciclo de vida natural.
Ante la cultura del descarte es necesaria la ética de la vida. Una ética en donde no se cataloga a las personas más frágiles como inútiles sino al contrario como las más valiosas. Puesto que son ellas, quienes permiten abrirse a la solidaridad y fraternidad.
La calidad de vida es responsabilidad de la comunidad en su conjunto. Sin las personas adultas mayores nos limitaríamos de la posibilidad de entender cómo construir momentos felices, llevar un buen camino o entender las consecuencias de ciertos actos. Esto es posible porque ellos nos narran sus historias.
La vejez no es sinónimo de debilidad. Ser anciano es resultado de un proceso biológico; pero en términos de fortaleza mental, ellos son ejemplo de poseerla por haber sorteado muchas vicisitudes en la vida. Han sido fuertes para luchar por su vida y llegar a dónde están.
Como comunidad, la responsabilidad es apoyarlos a seguir su camino hasta el final si es es algo que están solicitando, respetar las libertades que tienen y sobretodo re-humanizar los espacios de convivencia contra la cultura del descarte.
Sobre la institución que a apoya:
Facebook: @SantEgidioES
Twitter: @santegidio_ES
Web: https://www.santegidio.org/pageID/1/langID/es/HOME.html
https://www.somoshermanos.mx/los-abuelos-en-tiempo-del-coronavirus/
https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/need-extra-precautions/older-adults.html