San Juan Bosco da la mano al migrante

10 diciembre, 2018

Por: Eugenia Islas Arroyo

Ajenos a programas o instituciones del Estado, ubicados en Nogales, Sonora, el “Albergue para Migrantes San Juan Bosco” es una Institución de Asistencia Privada, dedicada al servicio y auxilio a migrantes.

De acuerdo con el fundador, Francisco Loureiro Herrera, luego de registrar que en Sonora no había sociedad o comunidad que decidiera ofrecer ayuda a caravanas, se decidió la construcción del albergue, mismo que a través de una extraordinaria responsabilidad humanitaria se ocuparía de ellos.

Reconociendo los retos de la migración y sumando consciencia de quienes deciden dejar su lugar de origen en busca de mejores condiciones de vida, el “Albergue para Migrantes San Juan Bosco” reformula aquel prejuicio en torno al migrante como mero delincuente.

Mujeres y hombres que enfrentan total vulnerabilidad, el albergue pone al migrante en el centro, sin pertenecer a ningún partido político y rastreando la intolerancia de los habitantes en Nogales al jamás atender o dar asilo, el albergue se fundó ofreciendo espacio a más de 200 personas.

No obstante, tiempo después se ampliaron para atender a 300 personas, de acuerdo con Loureiro, luego de la venida de la Caravana Migrante de Centroamérica, se atiende de 120 a 180 personas por noche, mismos que reciben tres alimentos al día y toman duchas en vela de un posible descanso.

Migrantes centroamericanos de países como Guatemala, Honduras, Nicaragua y el Salvador que atraviesan la República mexicana buscando asilo político, es posible que se asilen días o incluso hasta dos meses en el albergue, puesto que se les ofrece el tiempo para arreglar su situación migratoria o incluso hallen empleo en México.

Conforme los momentos de coyuntura actual, tal es el caso del paso hacia EE.UU. de la caravana migrante compuesta por más de 4,000 voluntades que van buscando oportunidades distintas de vida es que los lugares que asisten al migrante, tal y como sucede en el Albergue para migrantes San Juan Bosco IAP, se han visto rebasados de solicitudes. A pesar de ello, las labores no han parado y se muestran en completa disposición por atender a quienes hasta el momento han acudido a las instalaciones a lo largo de su viaja.

Migrar es un derecho, quienes parten de su lugar de origen en búsqueda de contextos que les permitan desarrollarse en posturas menos marginales y desiguales es entendible por completo. Afortunadamente se cuenta con el apoyo de más seres conscientes de esas desventajas sociales que orillan al migrante a recorrer el mundo en búsqueda de dignidad humana.