SALUD MENTAL: ALGUNAS CARACTERÍSTICAS

3 agosto, 2021

Las personas con salud mental se sienten satisfechas consigo mismas:

Controlan sus emociones (no se dejan abrumar por el desconcierto, los miedos, iras, cambios de planes, culpa, preocupaciones, etc.).

Aceptan las decepciones de la vida, que aprovechan como oportunidades para acrecentar y hacer más inteligente la lucha por la vida.

Son comprensivas, exigentes y sencillas consigo mismas, así como con los demás.

Se ríen de sí mismos con sentido del humor, sin justificar sus faltas y errores.

Tienen un conocimiento profundo y equilibrado de sí: no sobrestiman ni subestiman sus capacidades.

Tampoco se comparan con los demás.

Aceptan sus limitaciones.

Se autorrespetan.

Se sienten capaces de manejar las situaciones que se les presentan.

 

También se sienten bien respecto a los demás:

Ellas mismas se dan en afán por ser útiles a los demás. Saben que necesitan apoyo de los demás, y lo buscan, sin hacerse excesivamente dependientes.

Tienen relaciones personales satisfactorias y duraderas.

Dan por hecho que los demás los aceptan y confían en ellos, y que existen quienes no lo hacen. Respetan las diferencias y no andan juzgando a los demás.

No presionan ni permiten que se les presiones.

Se sienten a gusto formando parte de un grupo o equipo, sin diluir la responsabilidad en los miembros del grupo.

 

Se sienten capaces de cumplir las exigencias de la vida:

Conservan y hacen crecer el sentido de responsabilidad en ayudar a sus prójimos.

Saben prever. También actúan para resolver los problemas conforme se les vayan presentando.

Aceptan y desean responsabilidades.

Modelan su ambiente, conquistándolo, siempre que sea preciso., sin sentirse obligados en cosas de principios.

Aprenden a convivir con los demás, sin ceder en las cosas esenciales de la vida.

Cuidan el presente, sabiendo que están forjando el futuro.

Aceptan las nuevas experiencias y las nuevas ideas.

Son flexibles y firmes a la vez, y aprender los que es adecuado para una situación nueva, y desaprenden u olvidan lo que es caduco o ya no sirve.

Planean lo que les ayuda a construir el porvenir.

Confían primero en sus capacidades naturales, procurando mejorarlas continuamente y obtienen tranquilidad y alegría por ello.

Establecen metas realistas.

Ellos son capaces de pensar por sí mismos, de pedir consejo y de tomar sus propias decisiones.

No hacen caso al “qué dirán”.

No sacrifican el desarrollo de su personalidad (virtudes y habilidades), por el deseo de “hacerse los simpáticos” con los demás.