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Anunciación.- Ante la crisis de hambruna en la región africana del Sahel, UNICEF lanzó una campaña de recaudación de fondos para ayudar a más de un millón de niños que corren el riesgo de morir de desnutrición grave aguda.

Louis-Georges Arsenault, Director de Programas de emergencia de UNICEF señaló que la crisis en el Sahel debe ser de dominio público pues se necesita más recursos para aumentar nuestra respuesta, antes de que sea demasiado tarde y se pierdan demasiadas vidas.

Informó que más de 15 millones de personas en Burkina Faso, Camerún, Chad, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria y Senegal son víctimas directas de la crisis. La región sufrió el azote de las sequías en 2005 y 2010, y muchas familias se vieron obligadas a vender su ganado, sacar a sus niños de la escuela, pedir dinero prestado y sobrevivir con menos alimentos, adicionalmente las continuas situaciones de emergencia han debilitado aún mas la región.

Arsenault indicó que estima en 120 millones de dólares las necesidades para alimentar al millón de niños menores de cinco años, que precisarán un tratamiento salvavidas contra la desnutrición aguda grave. Hasta ahora sólo se ha cubierto el 32% de esa cantidad.

“UNICEF se ha preparado durante los últimos siete meses para satisfacer las necesidades extremas en el Sahel, mediante la adquisición y envío de alimentos y suministros alimenticios, además de la contratación de personal adicional. Se trata de un esfuerzo titánico que implica a ocho gobiernos nacionales, muchos aliados de las Naciones Unidas y organizaciones civiles”.

Aseguró que si no somos capaces de organizar la respuesta apropiada la cifra de niños gravemente desnutridos podría ascender a 1,4 millones, es decir, que está en juego la vida de muchas personas.