
Reinicio de una etapa anual
Cada año tenemos variadas etapas y esas secuencias tienen la finalidad de situarnos en acontecimientos muy variados. Los relacionados con la naturaleza nos preparan para convivir con cambios de clima como las cuatro estaciones del año. Y de ese modo tener en cuenta cómo será nuestro modo de vestir o el tipo de alimentos. También influyen en las actividades laborales o escolares.
Hay otras etapas relacionadas con la Historia Universal o la Regional, y eso propicia recuerdos de sucesos o de personajes. Los hay dolorosos como la guerra o algún evento climático. Otros heroicos como los resultados positivos de un buen gobernante o los descubrimientos científicos que mejoran la salud o la agricultura.
Algunos están relacionados con la religión y a estos me voy a referir con el fin de conocerlos mejor para aprovecharlos mejor. Obviamente tienen un sentido que sobrepasa al de la memoria. Se trata de recordar no sólo lo sucedido sino el mensaje de ese suceso y poder aprovechar la lección de ese acontecimiento. Porque por algún motivo importante se rememora.
Las etapas en las que quiero detenerme traen para nosotros muy valiosas enseñanzas y es una lástima que las desconozcamos o pensemos que lo poco que sabemos no es importante. Se trata de la Cuaresma y de la Pascua. Pero antes del inicio de la Cuaresma con el miércoles de ceniza hay unos días de Carnaval.
Al carnaval, en algunos lugares, les dedican unos días de fiesta imparable en lugares públicos y privados. Es buscar diversión y más diversión con bastante desenfreno, antes del tiempo de Cuaresma que es todo lo contrario. En el carnaval se da rienda suelta a todo tipo de pasiones antes de la llegada de la Cuaresma que es tiempo de recogimiento y de reparación con el fin de pedir perdón a Dios por los desmanes que cometemos.
El tiempo de Cuaresma comprende cuatro domingos y termina con la Semana Santa. Es un tiempo de penitencia y de oración para implorar a Dios el perdón por nuestros pecados. A la vez es el recordatorio de la misericordia divina que viene a pagar las deudas cometidas y que impiden nuestra salvación. Dios Padre envía a Dios Hijo para rescatar a todas las personas de la tierra que quieran aceptar tal regalo para poder entrar al cielo.
La Pascua inicia con el domingo en que se conmemora la Resurrección de Jesucristo, así vence a la muerte y abre las puertas de Paraíso. Son cincuenta días que terminan con la fiesta de Pentecostés. En ella conmemoramos la venida de Dios Espíritu Santo a cuidar a la Iglesia fundada por Jesucristo quien ya subió al cielo en cuerpo y alma y allí espera que ocupemos el lugar que nos preparó.
Si nos informamos adecuadamente podremos disfrutar con más precisión y admiración de todas las ceremonias litúrgicas.