Reflexiones sobre los efectos de la información
Aunque se cuestiona el poder de los medios, es innegable que lo tiene, porque su trabajo profesional responde a una necesidad imprescindible para todo ser humano, de cualquier profesión u oficio: estar enterado de los sucesos del entorno, sea el del propio país, o el de los sucesos de los otros países. Porque todos tenemos una nacionalidad, pero también somos ciudadanos del mundo.
A veces en un comunicador se puede presentar la tentación de ser un protagonista que cause impacto, que sorprenda con lo que dice, que su trabajo le sirva como palanca para ser famoso a costa de lo que sea. Es verdad que todos tenemos el anhelo de trascender, de ser conocidos, pero esa tendencia puede ser más fuerte en alguien que con su trabajo llega a muchísimos ambientes.
Además, las noticias pueden influir en el interior de las personas, provocar angustia, alegría, enojo. Pueden estimular ejemplos a seguir. Respecto a los estados de ánimo, conviene buscar el modo de no paralizar a las personas sino estimularlas a combatir lo indebido y a defender a quienes tratan de portarse bien.
Las personas de las que se habla, por el hecho de ser personas merecen respeto. Sin embargo, sabemos que algunas hacen el bien y otras no. En esos casos es imprescindible el equilibrio para informar, sin aumentar los hechos, sino tratando de ser justos. Siempre decir la verdad, porque lo que se diga puede arruinar la vida de personas honestas o apoyar a personas que no actúan bien.
El 24 de enero es la fiesta de San Francisco de Sales, gran comunicador de su tiempo, comprometido con la verdad y consciente de la ayuda o de la desorientación que se puede producir al dar a conocer hechos o dichos, es el patrono de los periodistas, y conocer su vida puede dar luces para ser mejores comunicadores. Sobre todo, para dar testimonio de la verdad.
En esta época de graves imprevistos y sufrimientos por la pandemia, además de narrar tantos sucesos dolorosos, es importante añadir palabras de consuelo y ejemplos de personas generosas que pueden llenar de esperanza y de deseos de imitarlas.