Anunciación.- Desde el momento en el que en la mujer queda embarazada, comienza en ella un proceso de adaptación y transformación corporal que la prepara para ser madre: reacciona a sensaciones físicas y emocionales que repercutirán en sus acciones cotidianas.
En esta etapa de gestación es importante llevar un control prenatal, es decir, una vigilancia o supervisión médica-ginecológica que permite vigilar la evolución del embarazo y preparar a la madre para el parto y la crianza de su hijo. “Con el control prenatal se tendrá la posibilidad de controlar todos los aspectos de salud que involucran a la madre y al hijo gestante. Esta etapa gestacional es conocida también como periodo perinatal, porque tiene que ver con todos los aspectos que rodean la salud de la mamá y del bebé en gestación”, comentó  Víctor Topete, especialista en ginecología y obstetricia.
Aunque los factores de riesgo durante el embarazo sólo se presentan en un 25 por ciento de la población gestante, aproximadamente, es importante que todas las mujeres embarazadas conozcan.
“Lo primero que se hace ya en consulta es la historia clínica de la paciente, que nos ayudará a identificar factores de riesgo hereditarios; se realiza un ultrasonido para establecer la edad y la condición gestacional del bebé (latidos cardiacos, movimientos, tamaño); posteriormente se evalúa la condición (salud) en la que llega la mamá y se le proporcionan las indicaciones pertinentes para su cuidado y el del bebé”, explica el médico.
El cuidado prenatal está orientado al diagnóstico, prevención y tratamiento de los problemas mayormente asociados a la morbimortalidad de la mujer embarazada y de su hijo, entre los más importantes se encuentran: nacimientos prematuros, asfixia prenatal, hemorragias, hipertensión arterial, diabetes gestacional y preeclamsia.

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