¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE LA FAMILIA?
Por: María Teresa Magallanes Villarreal
Todos tenemos una familia de origen y también muchos tienen una familia que ellos han iniciado.
La tendencia a tener una familia es algo natural en el ser humano, ya que es un ser eminentemente social; no ha nacido para estar solo, requiere convivir con otros seres humanos para desarrollar todo el potencial que inicialmente tiene.
Sin importar el tipo de familia en el que hemos crecido, todos hemos llegado a la vida por la unión de un hombre y una mujer, sea ésta del tipo de sea. Por lo tanto, todos tenemos una madre y un padre biológico, así hayamos sido concebidos por inseminación artificial.
El ser humano, sin embargo, no podría sobrevivir sin los cuidados de otras personas y son precisamente los que le dieron origen quienes adquieren la responsabilidad de ofrecerle todo lo necesario para su desarrollo físico, emocional y espiritual.
La familia es el ambiente más apropiado al desarrollo del ser humano, no sólo durante las primeras etapas de su vida, sino a través de todos los años que tenga la fortuna de vivir.
¿Qué ofrece la familia a cada ser humano?
La familia es el ámbito natural del amor porque todos los vínculos que existen entre sus miembros tienen al amor como principio o como consecuencia. Lo natural en el hombre y la mujer es unirse por amor y no sólo por instinto, de manera que su unión, que puede ser la causa de la vida de un hijo, es el principio de la vida humana y el hijo engendrado por ellos despierta en ellos un amor que procede del vínculo biológico entre los padres y el hijo.
La familia es también el ámbito natural de la educación porque todos los primeros aprendizajes se adquieren en el seno familiar. Los padres son los primeros educadores de sus hijos y de su gestión educativa depende el futuro desarrollo de cada uno.
En la familia se aprende a amar, a escuchar, a decidir, a dar y a recibir, a compartir los espacios y los bienes que son de uso común, a respetar, a ayudar y apoyar a los demás.
Este aprendizaje y desarrollo es transgeneracional en la familia porque en ella comparten, si no el mismo hogar, sí la relación entre todos los miembros de tan diferentes edades como son la que tienen los padres, los hijos, los abuelos. En la familia se aprende a comportarnos y desarrollarnos como lo que desde el principio somos: personas humanas.
La familia es también transmisora de tradiciones y valores. Hoy nos quejamos de que los valores están ausentes en la sociedad, y es que lo que no se aprende en la familia no se puede vivir luego en el trato con los demás en otros ambientes como, la escuela, el trabajo, el transporte, la calle. La sociedad depende de las familias para lograr un ambiente de respeto y de confianza entre las personas, de justicia y de paz social.
No resulta indiferente el tipo de familia del que provenimos los seres humanos. La familia para cumplir con todo lo que le corresponde, requiere provenir de personas responsables que conocen y asumen plenamente su responsabilidad. Los hijos no deben tenerse por casualidad o por un error de cálculo. Deben recibirse con una aceptación total independientemente de su condición de sexo, salud, belleza, y amarse incondicionalmente durante toda la vida, de modo que se dedique lo mejor de las capacidades y cualidades de los padres para el desarrollo de cada uno de sus hijos.
No basta con cuidar su desarrollo físico, es muy importante su desarrollo emocional y ofrecerles la educación familiar necesaria para el desarrollo de sus capacidades superiores: su capacidad intelectual y su discernimiento para decidir con su voluntad lo que es mejor para ellos y también para los que les rodean. En este sentido, sería deseable que los padres de familia se interesaran por capacitarse para la importante tarea de educar a los hijos.
Mil veces hemos oído o dicho que nadie sabe sabiendo ser padres, y así es. Pero eso es algo que se puede aprender. Hay que estudiar, hay que informarse para tener una gestión educativa que sirva primero para el bien de cada hijo y de la familia en su conjunto, así como para la sociedad de la que formamos parte.
No faltan las opciones de formación para padres de familia, sólo se necesita tener interés para encontrar el tiempo y los medios para aprovecharlas.