PONER LOS MEDIOS EN LA ADVERSIDAD
Hacerse presente en la adversidad significa ante todo autoafirmarse en la realidad interna y externa. Autoafirmación de sí mismo y afirmación personal con los demás.
Es nuestro “yo” conjugando un “tú”, a la vez que un “nosotros”.
Es la comunicación mutua. Un “sí “en la adversidad es un acto de alegría, sabiendo que nunca estamos solos, sino apoyados por otros.
Características de esta comunicación:
- Personal. Significa que su ámbito es la primera persona: mi “yo” y/o el “tuyo”.
- Vital. Quiere decir “sí” a la vida, tanto en las privaciones como en los gozos sanos.
Es decir: cada día poner el corazón lleno de amor, dispuesto a la lucha personal Comunicarnos y a darnos a los demás. Se trata de estar dispuestos a poner todos los medios para enfrentarse a la adversidad y conseguir lo que realmente se necesita.
- Actitud mental positiva. Quiere decir afirmarse en lo positivo y en lo correcto. En lo que está bien. Cada cosa que se nos presente, adversa o no, es una invitación para aprender y una oportunidad para superarse, sin evasiones de ningún tipo.
- Actual. Se da en tiempo presente. Surge cuando actuamos haciendo lo que debemos, y estando en lo que hacemos.
- Emocional. Produce un enriquecimiento afectivo. Puedo hacer partícipe de mi emoción a otros y viceversa.
- Enriquecedor. Lo que significa que el cambio de autoafirmaciones tiene como consecuencia un enriquecimiento tanto en el “yo” como en el “tú”.
- Tres reacciones. Por defecto, por exceso y por equilibrio.
Lo atinado es reaccionar equilibradamente para sacar provecho de la adversidad.
Podemos reaccionar de tres maneras:
- Enojarnos, decepcionarnos, frustrarnos, por no poder controlar la situación.
- Conformarse, decir “ni modo” y pasar a otra cosa.
- c) Ha sabido comunicarse y se ayudó haciéndose presente en la adversidad.
Hacerse presente en la adversidad.
Sé del caso de Pablo, que le extirparon un tumor que tenía en el cerebro y quedó hemipléjico. A pesar del consejo de que aceptara su situación y de la afirmación de muchos de que así se quedaría; Pablo no se dejó aconsejar por los pesimistas, y tomó una actitud sanamente agresiva y optimista: empezó a hacer ejercicios y a los pocos meses se restableció completamente. Ahora goza de un buen puesto en una empresa.
Utilizó las siguientes prácticas:
- Perseverancia que nada hace desfallecer. Las autoafirmaciones o actos virtuosos sólo pueden crearse con actitudes de humildad, sinceridad, sencillez, fe, optimismo, buen humor, sentido común y sentido de responsabilidad.
- Comprendió que el afrontar la realidad es el primer acto de alegría y de felicidad.
- Se ayudó con técnicas para desarrollar actividades y asegurar el éxito. Se mantuvo ocupado en la forja de habilidades que serían necesarias cuando recobrase la salud.
- Desarrolló lo positivo que hay en uno. Bloqueó lo negativo, practicando el rol que deseaba desempeñar en el futuro. Mientras más claras y vívidas fueron las imaginaciones –el color, la textura, los olores, los sonidos, el lugar, etc.- más motivado estuvo.
Lo más importante es el sentido que se le dé al esfuerzo: primero Dios, luego los demás y en tercer lugar uno. Mientras más útil y desprendido de sí se imagine uno, mayor será la fuerza interior para superar las dificultades y conseguir el ideal.