Anunciación.- El Parque Jordán en Cracovia, fue el lugar que recibió al Papa Francisco, para que pudiera oficiar la ceremonia de acogida en la XXXI Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2016. Ante miles de jóvenes provenientes de todas partes del mundo Francisco los exhortó a “no tirar la toalla ante de empezar el partido”.
Esta es la segunda JMJ en la que participa Francisco, antes lo había hecho en Río de Janeiro, Brasil 2013. “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia” fue el himno que entonaron miles de gargantas que estallaron de júbilo, ondeando banderas del mundo entero.
“Es Jesús quien nos ha convocado a esta XXXI JMJ y es Jesús quien nos dice -Felices los misericordiosos, porque encontrarán misericordia-. Es un regalo del cielo poder ver que, con sus cuestionamientos, los jóvenes buscan hacer que las cosas sean diferentes”, añadió el Papa Francisco.
Durante la bienvenida el obispo de Roma dijo también que lamisericordia siempre tiene rostro joven, asimismo, confesó sentir dolor por encontrar a jóvenes que parecen haberse “jubilado antes de tiempo”, o a los que dejan la vida buscando el “vértigo” por caminos oscuros, detrás de falsos vendedores de ilusiones.
“Para ser plenos, para tener fuerza renovada, hay una respuesta: no es una cosa, no es un objeto, es una Persona y está viva, y se llama Jesucristo. Es él quien sabe darle verdadera pasión a la vida, Jesucristo es quien nos mueve a no conformarnos con poco y a dar lo mejor de nosotros mismos; es Jesucristo quien nos cuestiona, nos invita y nos ayuda a levantarnos cada vez que nos damos por vencidos. Es Jesucristo quien nos impulsa a levantar la mirada y a soñar alto”.