08/marzo/2012
Sandra Monroy Gutiérrez Twitter: @SaNaltruismoalt

Anunciación.- La maternidad no sólo se limita a lo físico-biológico, implica un sentido mucho más profundo, una comunicación estrecha con el bebé que la mamá lleva en el vientre y que los transforma en su totalidad. Aunque el papel del padre es importante en el proceso del embarazo, éste lo experimenta de manera distinta por el hecho de no ser él quien lleva en su cuerpo una nueva vida.
En cambio, la mujer desarrolla una relación materno-filial que no sólo representa una simbiosis biológica en la vida de ella y del futuro bebé, sino que también, construye un vínculo intangible que influye en el desarrollo psicológico y emocional de ambos.
La maternidad hace que la mujer alcance una madurez que la enriquece para toda la vida. Es un acontecimiento que no sólo marca profundamente a la mujer, sino que transforma a todo su núcleo familiar: “cuando nace un hijo, nace una madre, nace un padre, nacen unos abuelos y unos hermanos”, concluye la especialista.
La cercanía de la familia prepara a la mujer y la ayuda a descubrir la fortaleza con que ha sido dotada para tener a su hijo.Incluso la familia puede ofrecerle asesoría y consejos que enriquecen las indicaciones de los profesionales de la salud para recibir a su bebé, de la mejor manera posible.
Este proceso creativo de dar vida es también, uno de los vínculos más estrechos conocidos hasta el momento y, probablemente, el más fuerte en la existencia humana.