Morada de la Misericordia apoya a sacerdotes con una mejor calidad de vida
Autor: Carlos Hernández Huerta
Fotos: Fundación La Morada de la Misericordia AC.
Crear consciencia e impulsar obras de caridad son dos fundamentos para la labor altruista y humanitaria en la sociedad. Existe un número amplio de causas por apoyar y una forma de hacerlo es a través del voluntariado o el donativo, que beneficie directamente a una problemática por resolver.
De entre las diferentes situaciones por atender, existe una que refiere a los sacerdotes de parroquias y seminarios, que en ocasiones no cuentan con la calidad de vida básica en zonas vulnerables del país, lo que originó que en 2019 se constituyera una asociación civil encargada de proveer recursos para que puedan tener una mejor calidad de vida.
Es de esta forma que Fundación La Morada de la Misericordia AC nació, proporcionando a sacerdotes cubrir sus necesidades básicas humanas de salud, vivienda, vestido, educación y alimentación. Motivar a las personas a concientizar y ver que los sacerdotes necesitan de la ayuda es parte de las declaraciones que comentó Esthela Almaraz Leduc, presidenta de la fundación en entrevista para Somos Hermanos.
“Desde el salero o pimentero, camas, electrodomésticos, refrigeradores, estufas, ropa, absolutamente todo lo que en una casa se necesita es lo que nosotros conseguimos para nuestros sacerdotes que nos piden ayuda. Nosotros no reparamos parroquias, nos enfocamos solo en las necesidades básicas de los sacerdotes, porque ellos también son seres humanos que necesitan tener una vida digna.” comentó Esthlea.
Mediante campañas de donativos la fundación recibe todo tipo de productos y mobiliario que se destina a los hogares de los sacerdotes, parroquias y también se canalizan a otras instituciones de la sociedad civil.
“Tenemos campañas permanentes de ropa, calzado, despensa e insumos médicos como sillas de ruedas, andaderas o bastones y también contamos con una campaña de camisas clericales, porque en ocasiones hay sacerdotes de muy escasos recursos que no pueden comprarse una.
También apoyamos a casas de retiro sacerdotal con todo tipo de insumos. Para los muebles muy grandes los llevamos a los seminarios que cuentan con amplios espacios.” Esthela explicó acerca de todo tipo de recursos que son donados a la fundación.
Otra campaña a resaltar que se realiza desde hace siete años incluso previo a la fundación son las cenas navideñas. Con un proveedor, se recaudan fondos y se destinan a sacerdotes y seminaristas. En 2022 lograron reunir 700 cenas navideñas que les otorgaron una noche de felicidad a sacerdotes de muy bajos recursos.
Definido como una acción que va más allá del término altruismo es la forma en que Esthela ve la labor en la fundación. Generosidad, entrega y un gran corazón en cada voluntario y miembro del equipo es lo que distingue a La Morada de la Misericordia AC.
Realizar eventos de evangelización es otra vertiente del actuar de la fundación. Las conferencias ayudan también a promover lo que se hace en la organización y que más personas se enteren y si están interesadas en ser parte ya sea como voluntarios o donadores, puedan hacerlo.
Los donativos se pueden recibir en el centro de acopio ubicado en la Parroquia del Señor de la Resurrección en Bosques de las Lomas en CDMX de lunes a viernes donde se aceptan todo tipo de productos o insumos. Una vez al mes, el último viernes se lleva a cabo un bazar y se pone a disposición de la población flotante de Bosques de las Lomas que laboran en la zona artículos muy buenos a precios accesibles, y así ayudan a un sacerdote mediante los recursos recabados.
El impacto de La Morada de la Misericordia AC en estos cuatro años de operación ha sido descomunal. Gracias a su campaña COVID-19 se donaron más de 300 equipos de protección personal en 36 diócesis de todo el país para los sacerdotes que atendían enfermos en hospitales y casas.
A la lista se unen casas parroquiales, seminarios, casas sacerdotales, conventos y otras instituciones de la sociedad civil y personas que se han beneficiado de la acción de la fundación a lo largo y ancho del territorio nacional.
“Pienso que hay más alegría en dar que recibir. Esta satisfacción y gozo que se recibe en el corazón cuando uno entrega y se desprende de uno mismo para ayudar al necesitado, que vea que su corazón está sufriendo ya sea por una carencia material o espiritual es algo muy bonito.
Yo quiero invitar a las personas a que se unan a nosotros a ayudar principalmente a nuestros sacerdotes porque la mayor obra de misericordia que existe es ayudar a un sacerdote.” Comentó Esthlea Almaraz Leduc.
La presidenta de la fundación La Morada de la Misericordia AC concluyó la entrevista con esta invitación a unirse al actuar de la organización.
Las ganas de querer ayudar y dar ejemplo a las futuras generaciones en la importancia de preocuparse por los más necesitados y por la sociedad son las palabras que hicieron una resonancia en Esthlea Almaraz Leduc, y que con esta intención continúa aportando un granito de arena para lograr una sociedad más justa e igualitaria