Mientras el mundo se pausó; Rosa María Bran continúo con su voluntariado
Por: Cynthia Alison Milián González
Fotografía: Rosa María Bran
Doctora, licenciado, maestra o carpintero, ¿qué importa? la profesión o el oficio que se tenga para poder participar en una causa social, esa que más le conmueve a uno. La voluntad es lo único que se necesita para compartir el conocimiento y las experiencias en esta la labor social para realizar actividades de voluntariado.
Rosa María Bran es cirujano dentista con experiencia en los Servicios de Medicina Social atendiendo a niños en las escuelas oficiales con Programas Educativos Dentales, su profesión fue lo que la llevó a querer ser voluntaria y continuar siéndolo por más de 14 años hasta la fecha.
Su pasión por la lectura y su interés en el conocimiento le conmovió para participar en una convocatoria de beca como Lectora en Voz Alta, su expertise con los niños le facilitó ser la acreedora y comenzar esta experiencia promoviendo el interés por la lectura. Desde entonces es voluntaria no sólo con niños, sino también en grupos de adultos mayores.
En marzo del 2020 comenzó una nueva experiencia, ser lectora en el hospital del ISSSTE Adolfo López Mateos en el área de pediatría al realizar con cada paciente lecturas personalizadas, obteniendo así la recompensa de alegrar los días de los niños y recibir un agradecimiento sincero con mayor interés y solicitud de nuevos temas y lecturas por parte de los infantes.
El voluntariado es “acariciar a las personas a través de la lectura para ser acompañado”
Semanas dntras el mundo ha parecido haberse puesto en pausa, ella contrariamente ha tomado diferentes cursos en línea para evitar tropiezos en la lectura y desarrollar más habilidades orales e implementar herramientas que le ayuden a involucrar a más personas en la lectura pues, para ella el voluntariado es “acariciar a las personas a través de la lectura para ser acompañado” y su mayor recompensa y satisfacción es que las personas le agradezcan y reconozcan su labor encontrando el impulso y el gusto para replicar con el ejemplo.
La pandemia no detuvo su andar por el voluntariado
La pandemia le ha implicado también desafiar nuevos retos, pues a sus 67 años de edad ha tenido que involucrarse aún más en las redes sociales y difundir su labor que no cesa. Actualmente comparte a través de WhatsApp grabaciones de voz con lecturas cortas y amenas de 4 a 5 minutos entre sus amistades, y personas de la tercera edad para que lo compartan con sus nietos.
Además, Rosa María Bran a continuado su participación con su grabación de lecturas en el hospital del ISSSTE, que le ha permitido llegar no solo al área de pediatría, sino a otras secciones del nosocomio y otros pacientes con diferentes enfermedades.
Su legado, sembrar hábitos de lectura
Aprender nuevas cosas en los cursos online, la ha motivado a proponerse un nuevo reto, el de ser Narradora y de nuevo buscar la emoción que vivió la primera vez que fue voluntaria; la búsqueda de retroalimentación, encontrar interés en las personas y descubrir la vocación.
Rosa María Bran compartió su experiencia como voluntaria al invitarnos a participar en esta acción social que ayuda a fomentar la creatividad y compartir un tiempo y espacio de calidad en esta época en que más se requiere la esperanza y la paciencia para ser resilientes, y continuar avanzando para sembrar en las nuevas generaciones hábitos de lectura.
Si es de tu interés recibir las lecturas de Rosa María en tu whatsapp o conocer más sobre el trabajo de voluntariado puedes escribirle a su correo electrónico: rossibran@yahoo.com.mx