Mi Valedor reinserta a las personas en situación de calle
Por: Brenda Torres Conde
La población callejera es un grupo social diverso, conformado por niñas, niños, jóvenes, mujeres, familias, personas adultas mayores y personas con discapacidad entre otras con diversos problemas de salud y adicciones. En general el término se refiere a quienes subsisten en la calle o el espacio público utilizando recursos propios para satisfacer sus necesidades básicas.
En México las personas en situación de calle son consideradas un grupo poblacional que se caracteriza por ser heterogéneo en su composición, ya que tienen en común la extrema pobreza, los vínculos familiares quebrados o fragilizados, y la inexistencia de vivienda convencional regular, factores que los obligan a buscar espacios para pernoctar.
A fin de apoyar a la reinserción de las personas que viven en situación de calle surge el proyecto “Mi Valedor”, que es la primera revista callejera de México que promueve la reinserción social y laboral de poblaciones en situación vulnerable que radica en la Ciudad de México.
El programa consiste en capacitar a los beneficiarios (valedores) para que vendan la revista Mi Valedor en puntos estratégicos de la capital para que puedan obtener sus propios ingresos. El mecanismo para lograrlo es hacer que los valedores adquieran la revista en cinco pesos y la vendan en 20 para que, de cada una, obtengan una ganancia constante de 15 pesos.
Antes de salir a las calles se les brinda atención personalizada y en sus oficinas, ubicadas en Bucareli 69, se les imparten talleres creativos en los que se trabajan habilidades sociales.
En vísperas de Nochebuena, el equipo de Mi Valedor ofreció una posada para los valedores que día con día se esfuerzan por superarse. En un centro cultural de la colonia Juárez desde las 13 horas los integrantes del proyecto se reunieron para la celebración, no sin antes tomar el taller de boxeo.
Todos aportaron algo a la posada: papas, refrescos, bacalao, ponche, galletas, etc, y compartieron la mesa.
Entre risas y baile, los valedores demostraron ser una familia unida. Sin distinción alguna, todos caminaban por el patio del inmueble y platicaban con quien tuvieran a lado.
Pero no podía ser una posada sin que se partiera una piñata, que en esta ocasión, fue un unicornio.
Uno a uno los valedores tomaron el palo de madera, se vendaron los ojos y golpearon la piñata.
Al término del evento, cada integrante del proyecto se despidió del resto y caminó hacia su punto de venta o bien a disfrutar del atardecer en la ciudad.
Fb: Mi valedor
Web: https://mivaledor.com/