LAS PREGUNTAS QUE HACE UN NIÑO

19 agosto, 2021

Todas las acciones de las personas nos muestran su interioridad. Los adultos como tienen más experiencia y saben lo que pueden ocasionar con sus dichos o hechos, calculan cuándo, cómo y con quién es adecuado decir o hacer algo. Los niños son inexpertos y por ese motivo, totalmente espontáneos, dicen y hacen lo que se les ocurre en ese momento pues no saben si es oportuno o no.

Cualquier pregunta o acción de un niño es una oportunidad maravillosa de advertir la riqueza de sus observaciones, la capacidad de relacionar lo que se les enseña. También se descubren sus preferencias y sus dotes de imaginación, de creatividad, etcétera. La actitud del adulto ha de ser de admiración, antes de impacientarse e inhibir al pequeño.

Las preguntas de los niños muestran sus intereses, cómo combinan los consejos de sus padres con su curiosidad y las conclusiones a las que llegan. El padre y la madre en vez de reprimirlos han de escuchar sus motivos y así encausar sus tendencias e irles enseñando sus aciertos y sus errores, con mucha paciencia, pero con modos adecuados a la comprensión del pequeño.

Esos diálogos son una oportunidad de advertir la riqueza de la vida humana, muy distinta a la de la vida de los animales. A éstos se les adiestra, a los niños se les educa. Y la educación consiste en fortalecer las incipientes habilidades y en enseñarles a corregir sus caprichos. La educación de los padres es muy rica porque descubren en los niños la herencia de ambos y la de los abuelos, los tíos, etcétera. Y pueden fomentar lo bueno y evitar lo malo que advierten en sus parientes.

Este es un motivo más para entender la importancia de la estabilidad familiar, solo así es más incisivo corregir o impulsar. Todo para bien de los hijos y no para criticar al padre o a la madre, o a la familia del cónyuge.

Traer un hijo al mundo muestra, tanto al padre como a la madre, un aspecto importantísimo de su misión. Ya no es una misión exclusiva sino una misión al modo de ser de ambos, pero en unidad de colaboración. Ese nuevo ser al que han dado vida humana se debe a los dos y tiene herencia de los dos, por eso, los necesita a los dos. Esta es otra razón para cultivar el amor conyugal y la fidelidad.