Las fronteras se desdibujaron al recibir al embajador de Emiratos Árabes Unidos
Autor: Carlos Hernández Huerta
Fotos: Jesús Arizmendi Valdez
Es bien conocido que gracias a donativos y apoyos las organizaciones de la sociedad civil han logrado cumplir su labor altruista, pues este apartado ha significado un sostén esencial para el funcionamiento de cada institución. Fraternidad sin Fronteras IAP se vistió de gala el pasado 8 de junio al recibir al excelentísimo embajador de Emiratos Árabes Unidos en México, Ahmed Almenhali, al llevarse a cabo un evento de agradecimiento por el apreciable donativo otorgado a la casa hogar.
Fraternidad sin Fronteras es una institución que por 27 años se ha dedicado a ofrecer condiciones de vida digna a personas con discapacidad intelectual en estado de abandono.
La casa hogar estuvo de plácemes al arropar al excelentísimo embajador y así agradecer el generoso donativo, el cual se desprendió de un proyecto planeado por el área de inclusión social de la institución, que después de algunos años finalmente rindió frutos, al ser una iniciativa bien estructurada que enlistaba los principales requerimientos de Fraternidad sin Fronteras IAP.
Al inicio del evento, la presidenta de la fundación, Gabriela Salles Vincourt, ofreció un discurso de bienvenida, de agradecimiento y de reconocimiento al rotundo éxito del impacto del donativo, para posteriormente ceder el micrófono al excelentísimo embajador, quien se mostró, desde el primer instante en que arribó al complejo, acogido a la atención de todos los asistentes. Amistad y cooperación es uno de los fundamentos y principios firmes del gobierno de Emiratos Árabes Unidos, y con estas palabras su excelencia ofreció un discurso donde resaltar la colaboración entre su gobierno y el de México, fue clave para realizar esta iniciativa, a la cuál le deseó prosperidad y permanencia en su desarrollo.
Como gesto único y cálido, tres beneficiarios de la fundación quisieron decir algunas palabras de agradecimiento al excelentísimo embajador, siendo uno de ellos quien cantó “hermoso cariño” en un acto de empatía pura.
Posteriormente se efectuó un recorrido por las instalaciones para conocer las mejoras implementadas en la fundación. Hojas de policarbonato para cubrir el patio principal, el de niños y adultos; utensilios de cocina, que incluyen una licuadora industrial, tres refrigeradores y un congelador para almacenar comida; material de jardinería para mantener en óptimas condiciones el huerto de la fundación; sillas y sillas de ruedas constituyeron el donativo que requirió una inversión de 850 mil pesos.
Durante el recorrido, se visitaron diferentes áreas de Fraternidad sin Fronteras, conociendo los diversos componentes en su intervención. Mientras se avanzaba de zona en zona, el excelentísimo embajador Ahmed Almenhali no perdía oportunidad de conocer a cada beneficiario de la institución, y con una mirada humana, empática y afectuosa se acercó a platicar con ellos y conocer lo que hacían. Pocas veces es visto una apertura entrañable como la ocurrida con el embajador.
Al finalizar el evento, la presidenta de la fundación, nos otorgó un espacio de entrevista, donde se mostró por decir menos emocionada, del éxito de esta visita, pues a pesar de su bien planeada organización, tenían incertidumbre de cómo se iba a dar este encuentro, al ser una convivencia que literalmente traspasaba fronteras geográficas. Reconociendo a la embajada, agradeciendo el enorme donativo y siendo la intención de tomarse el tiempo de visitar la fundación, fueron las palabras con las que Gabriela Salles Vincourt definió la experiencia de este evento, resaltando la calidez de su excelencia al dejar por momentos a un lado el protocolo y colocarse al nivel de los beneficiarios, con una simplicidad y empatía, siendo esto lo que le dejó sorprendida del excelentísimo embajador.
“Todos tenemos la obligación en este país de ayudar y de servir a los demás de la manera que queramos” Es la forma en que Gabriela invita a la sociedad para que se acerquen a todo el trabajo y labor que las OSC, IAP y demás entidades filantrópicas tienen por dar, ya que, para ella, cualquier tipo de apoyo es gratamente bienvenido en Fraternidad sin Fronteras, porque “cada uno como ciudadano, somos mejores humanos ayudando y sirviendo a los demás”