Las enfermedades y pandemias que han sacudido al mundo. Parte 1
Por: Fernando Óscar García Chávez
Fotografía: Derechos Reservados
Porque así dice el señor DIOS: ¡Cuánto más cuando yo envíe mis cuatro terribles juicios contra Jerusalén: espada, hambre, fieras y plaga para cortar de ella hombres y animales!
Ezequiel 14:21
Las enfermedades infecciosas han sido parte de la vida del ser humano. Durante la historia ha existido una batalla continua por el control y erradicación de agentes microbiológicos; por otro lado, la supervivencia de la mayoría de las bacterias y virus depende de su capacidad de infectar al Homo sapiens. Al contrario de lo que uno podría pensar, las infecciones han ganado muchas batallas y ocasionado la muerte de millones de individuos, lo que ha cambiado muchas veces la historia del ser humano.
En una lucha desigual entre los seres humanos y las bacterias y virus, que nos llevan miles de millones de años de ventaja evolutiva, las epidemias han marcado la historia desde siempre. La Biblia es un inmenso catálogo de enfermedades. Desde la plaga de Ashdod, hasta las diez que le cayeron encima al Faraón que se negaba a dejar salir a los judíos de Egipto, la que diezmó a los atenienses y cobró la vida de Pericles y la que atacó al ejército cartaginés en 396 d.C.
Pero probablemente nunca una bacteria estuvo tan cerca de mandar a la humanidad a retiro como la Yersinia pestis que infectó por oleadas a toda Europa y mató en el siglo VI d.C. a la mitad de la población que vivía en lo que había sido el Imperio romano. La peste bubónica, que desató la Yersinia pestis, se extendió primero en Constantinopla, antes de seguir su camino hacia el este y occidente del Imperio bizantino.
El gran estadista, legislador y constructor Justiniano contrajo la enfermedad y sobrevivió, pero no podía saber que la causante de la plaga que mató en dos años a 4 de sus 26 millones de súbditos, y contribuiría a cambiar la historia de toda Europa, era una bacteria mutante que había encontrado un vehículo ideal para propagarse en un tipo de pulgas que parasitaban a las ratas. Un vector perfecto para expandirse, porque miles de ratas viajaban en los cientos de barcos que transportaban habitualmente granos desde Egipto.
Siglos después la viruela y el sarampión matarían a millones de indios, siendo estas epidemias unos perfectos aliados –involuntarios, no intencionados– en el éxito de conquista española. En 1529 se produjo una epidemia de sarampión que recorrió el continente; en 1545 apareció el tifus; en 1558, la gripe; en 1563, la viruela; en 1576, tifus; y en 1588 y 1595 de nuevo apareció la viruela.
Todas estas epidemias provocaron la peor catástrofe poblacional de que se tenga memoria en América: La población indígena descendió de 65 a 5 millones, entre los años que corren de 1550 a 1700.
Los españoles trajeron a América: piojos, pulgas, ratas, cucarachas y otras alimañas, enfermedades infectocontagiosas: viruela, sarampión, tosferina, gripe, difteria, peste, tifus, tracoma, muermo, rabia, gonorrea, tuberculosis, lepra, fiebre amarilla, sífilis y otros, que diezmaron a la población americana.
BACTERIAS
Las bacterias son microorganismos que presentan un tamaño de unos pocos micrómetros (por lo general entre 0,5 y 5 micrómetros de longitud) y diversas formas, incluyendo esferas (cocos), barras (bacilos), filamentos, curvados (vibrios) y helicoidales (espirilos y espiroquetas).
Las enfermedades bacterianas mortales más comunes son las infecciones respiratorias, con una mortalidad sólo para la tuberculosis de cerca de dos millones de personas al año. En todo el mundo se utilizan antibióticos para tratar las infecciones bacterianas. Los antibióticos son efectivos contra las bacterias ya que inhiben la formación de la pared celular o detienen otros procesos de su ciclo de vida.
Mientras las bacterias, hongos y protozoarios (organismos unicelulares) son especies autónomas que se multiplican, los virus como los que causan el dengue y la gripe, necesitan de las células para replicarse. Por eso, los virus siempre son parásitos. Por otro lado, la malaria y el papalomoyo son protozoarios, parásitos que causan enfermedad.
En la industria, las bacterias son importantes en procesos tales como el tratamiento de aguas residuales, en la producción de mantequilla, queso, vinagre, yogur, etc., y en la fabricación de medicamentos y de otros productos químicos.
Las infecciones bacterianas se pueden tratar con antibióticos, que se clasifican como bactericidas, si matan bacterias, o como bacteriostáticos, si solo detienen el crecimiento bacteriano. Existen muchos tipos de antibióticos y cada tipo inhibe un proceso que difiere en el patógeno con respecto al huésped.
Algunas enfermedades humanas producidas por bacterias son: Brucelosis, Carbunco, Cólera, Difteria, Escarlatina, Erisipela, Fiebre Q, Fiebre tifoidea, Legionelosis, Neumonía, Tuberculosis, Tétanos.
VIRUS
En biología, un virus es un agente infeccioso microscópico acelular que solo puede multiplicarse dentro de las células de otros organismos. Los virus están constituidos, básicamente, por material genético; al infectar una célula, estos genes «obligan» a la célula huésped a producir copias del virus.
Los virus infectan a todo tipo de organismos, desde animales, hongos, plantas, hasta bacterias y arqueas. También infectan a otros virus; estas especies reciben el nombre de virófagos. Los virus son demasiado pequeños para poder ser observados con la ayuda de un microscopio óptico, por lo que se dice que son submicroscópicos.
Los virus son partículas formadas por ácidos nucleicos, es decir, moléculas largas de ADN (ácido desoxirribonucleico) o ARN (ácido ribonucleico) rodeados de proteínas, con capacidad para reproducirse a expensas de las células que invaden.
El estudio de los virus es una rama de la microbiología que recibe el nombre de virología. Los virus varían en su forma, algunos son poliedros casi perfectos; el VIH, por ejemplo, es un icosaedro; otros son helicoides o estructuras
Los virus se diseminan de muchas maneras diferentes y cada tipo de virus tiene una forma de transmitirse. Por una parte, se encuentran los vectores de transmisión, organismos vivos que los transmiten de una persona a otra, o de un animal a una persona (o viceversa). Los virus vegetales se propagan frecuentemente por insectos que se alimentan de savia, como los áridos, mientras que los virus animales se suelen propagar por medio de insectos hematófagos (los de insectos que chupan la sangre).
Existen otros que no precisan de vectores: el virus de la gripe y el del resfriado común se propagan por el aire a través de los estornudos y la tos y los norovirus son transmitidos por vía fecal-oral, o a través de las manos, alimentos y agua contaminados. Los rotavirus se dispersan a menudo por contacto directo con niños infectados. El VIH es uno de los muchos virus que se transmiten por contacto sexual o por exposición a sangre infectada.
Los antibióticos no tienen efecto sobre los virus, pero se han desarrollado medicamentos antivirales para tratar infecciones potencialmente mortales. Gran parte de la población, quizá por desconocimiento o por desinformación, meten en el mismo saco tanto las bacterias como los virus y tienden a mezclar estos términos indistintamente cuando no son iguales.
La segunda mitad del siglo XX fue la edad dorada del descubrimiento del virus, y la mayoría de las 2000 especies reconocidas de virus animales, vegetales y bacterianos se descubrieron durante estos años.
Ejemplos de enfermedades humanas comunes provocadas por virus incluyen el resfriado, la gripe, la varicela y el herpes simple. Muchas enfermedades graves como el ébola, el sida, la gripe aviar y el SARS son causadas por virus. La capacidad relativa de los virus de provocar enfermedades se describe en términos de “virulencia”.
La epidemiología viral es la rama de la ciencia médica que estudia la transmisión y el control de infecciones víricas (virales) en los humanos. La transmisión de virus puede ser vertical (de madre a hijo) u horizontal (de una persona a otra).
La transmisión puede ser por intercambio de sangre o por el cambio de fluidos en la actividad sexual, por la boca por el intercambio de saliva, por alimentos o agua contaminados, por la respiración de virus en forma de aerosol o por insectos vectores como los mosquitos.
La tasa y la velocidad de la transmisión de infecciones víricas dependen de factores como la densidad de población, el número de individuos susceptibles (los que no son inmunes), la calidad del sistema sanitario y el tiempo.
La epidemiología se utiliza para romper la cadena de infecciones en poblaciones durante brotes de enfermedades víricas. Se utilizan medidas de control basándose en el conocimiento del modo de transmisión del virus. Una vez identificado el virus, a veces se puede romper la cadena de infecciones por medio de vacunas. Cuando no se puede contar con vacunas, pueden resultar eficientes el saneamiento y la desinfección. A menudo se aíslan las personas infectadas del resto de la comunidad, y los que han estado expuestos al virus son puestos en cuarentena.
La mayoría de infecciones víricas de los humanos y otros animales tienen un periodo de incubación durante el cual la infección no causa ningún signo o síntoma. Los períodos de incubación de las enfermedades víricas van desde unos varios días hasta semanas, pero son conocidos en el caso de muchas infecciones. Tras el periodo de incubación hay un “periodo de comunicabilidad”, un tiempo durante el cual el individuo o animal infectado es contagioso y puede infectar otra persona o animal.
Este periodo también es conocido en muchas infecciones, y el conocimiento de la longitud de ambos periodos es importante en el control de brotes. Cuando un brote causa una proporción inusualmente elevada de infecciones en una población, comunidad o región, se le llama epidemia. Si un brote se extiende en todo el mundo se le llama pandemia.
Epidemias y pandemias
Las poblaciones amerindias fueron devastadas por enfermedades contagiosas, especialmente la viruela, llevada a América por los colonos europeos. Es incierto el número de nativos americanos muertos por enfermedades extranjeras después de la llegada de Colón a América, pero se ha estimado que fue el 70% de la población indígena. Los estragos causados por esta enfermedad contribuyeron significativamente a los intentos de los europeos de ahuyentar o conquistar la población
La Gripe Española, fue una pandemia de inusitada gravedad, causada por un brote de virus Influenza A del subtipo H1N1. A diferencia de otras epidemias de gripe que afectan básicamente a niños y ancianos, muchas de sus víctimas fueron jóvenes y adultos saludables, y animales, entre ellos perros y gatos.
Esta pandemia duró de 1918 a 1919 y en estimaciones antiguas se dice que mató entre 40 y 50 millones de personas, mientras que las más recientes sugieren que podrían haber muerto hasta 100 millones de personas, o un 5 % de la población mundial en 1918 (675,000 en Estados Unidos). Se calcula que alrededor de 500 millones de personas o un tercio de la población mundial se infectó con este virus. Sin vacunas para protegerse contra la infección por la influenza y sin antibióticos para tratar infecciones bacterianas secundarias relacionadas, los esfuerzos se limitaron a aislamiento, cuarentena, higiene personal, uso de desinfectantes y limitaciones de reuniones públicas.
La mayoría de los investigadores creen que el VIH se originó en el África subsahariana durante el siglo XX; y actualmente es una pandemia, con un número estimado de 36.9 millones de enfermos en todo el mundo, según ONUSIDA. El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (UNAIDS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que el sida ha matado a más de 39 millones de personas desde que fue reconocida por primera vez el 5 de junio de 1981, siendo una de las epidemias más destructivas de la historia.
En 2009, surgió en México, una supuesta pandemia de Influenza virus A (H1N1); conocido como Virus H1N1/09 Pandémico. El origen de la infección es una variante de la cepa H1N1, con material genético proveniente de una cepa aviaria, dos cepas porcinas y una humana que sufrió una mutación y dio un salto entre especies (o heterocontagio) de los cerdos a los humanos, y contagiándose de persona a persona.
Hasta el 10 de agosto de 2011, fecha en que la OMS anunció el fin de la pandemia, hubo aproximadamente 60.8 millones de casos alrededor del mundo de acuerdo con datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y 18,337 muertes a causa del virus, según datos de la OMS.
Ante los escenarios epidemiológicos actuales, es adecuado pensar en la inminencia de una nueva pandemia de influenza, pero la principal limitante consiste en que no se conoce en qué momento ocurrirá. Por ello, los gobiernos nacionales y locales, particularmente las autoridades sanitarias, deben redoblar esfuerzos en cuanto a las actividades de preparación.
Es complicado planear para un evento que se presume será catastrófico pero cuya ocurrencia es altamente impredecible. Sin embargo, no planear una respuesta acorde con la magnitud esperada del evento sería aún más catastrófico.
Finalmente cabe destacar que los planes de preparación y respuesta son documentos dinámicos que constantemente requieren ajustes, adecuaciones y modificaciones para mantenerlos actualizados y útiles.
Y el señor hizo esto al día siguiente, y perecieron todos los ganados de Egipto; pero de los ganados de los hijos de Israel, ni un solo <animal> murió.
Éxodo 10:4-6
Con información e imágenes de:
https://www.medigraphic.com/pdfs/abc/bc-2018/bc182p.pdf
https://www.reforma.com/libre/acceso/accesofb.htm?urlredirect=/de-virus-y-bacterias-2020-03-29/op177059
https://www.agenciasinc.es/Entrevistas/La-viruela-y-el-sarampion-fueron-perfectos-aliados-en-el-exito-de-conquista-espanola-de-America
https://www.nacion.com/ciencia/aplicaciones-cientificas/en-nuestro-cuerpo-viven-unos-48-billones-de-bacterias-60-billones-de-virus-y-varios-miles-de-millones-de-hongos/ZBPGABKRE5AZLJUVGTHZ2GMP4Q/story/
https://www.docsity.com/es/virus-generalidades-4/5426899/
La Gripe Española: la pandemia de 1918 que no comenzó en España
https://espanol.cdc.gov/flu/pandemic-resources/2009-h1n1-pandemic.html