La gran familia: Una unión para la niñez
Autor: Itzel Montiel Luna
Fotos: La Gran Familia AC.
De toda la población infantil en México, cerca del 63% han sido víctimas de algún tipo de abuso, además; las cifras se tornan más alarmantes debido a que en su mayoría no rebasan de los 14 años.
Ante la preocupación de estas cifras y el panorama por mejorar esta situación en México es que se constituyó la Fundación “la Gran Familia”. Esta noble causa ha estado activa desde los años 80, nació como una red de apoyo especial, específicamente enfocada en niños, niñas y adolescentes que han sufrido de violencia dentro de sus hogares o que se encuentran en situación de calle.
La idea fue llevada a cabo gracias a un grupo de empresarios, liderados por Don Alberto Santos de Hoyos, en conjunto con el gobierno de Nuevo León; con su entonces gobernador, Alfonso Martínez Domínguez.
Su plan de trabajo consiste en tres programas de especialización: la primera parte consiste en rehabilitar y proporcionar una formación integral para el infante, es decir; localizar los puntos a los que ha sido expuestos, para posteriormente tratarlos de la mano de expertos.
Uno de los objetivos principales de la fundación es lograr que los niños o adolescentes sanen de manera correcta, para que puedan vivir a futuro de manera sana, con valores en beneficio de la sociedad y con la independencia posible.
En segundo lugar, consiste en trabajar con la familia, catalogar si esa convivencia es apta para el niño, asegurar su seguridad y en caso de presentar alguna señal de alerta, proceder a la comprobación jurídica para que el niño tenga la opción de adopción o de integración en una familia de acogimiento.
Y como tercer paso, se busca la creación y promoción de familias de apoyo o voluntariados de apadrinamiento, en donde se le brinda al niño la oportunidad de convivencia dentro de una familia convencional, con la intención de crear una red de convivencia sana y de apoyo, en donde el pequeño se pueda sentir seguro, para poder seguir trabajando en su proceso de sanación.
Puede ser de manera providencial o asegurada. En primer caso solo sería hasta que se le pueda brindar al infante la oportunidad de adopción.
A lo largo de los años, se han venido creando programas que mejoren y aseguren la integridad de los adolescentes y niños; es por ello que nació la opción de internamiento, con la intención de trabajar directamente con la familia biológica, en el mismo ambiente y con las personas capacitas o en su defecto asegurarle al joven o niño un espacio seguro.
“Casa paterna” es el nombre que recibe este programa, cuenta con una capacidad para 80 infantes y expertos especializados 24/7 para asegurar el bienestar de beneficiario.