La sabiduría popular se plasma en frases que todo el mundo entiende porque la vida diaria nos las muestra. Una de esas frases nos dice: “la corrupción de lo óptimo: pésimo”. Por eso es malo que una persona si sufre un accidente pierda un dedo, pero es pésimo para un pianista porque sabe mover las manos sobre el teclado de manera tan sobresaliente que esa es su profesión.
Cada ser humano –mujer u hombre- tiene la dignidad propia y exclusiva de su naturaleza. Esta realidad coloca a las personas en el sitio más alto entre las demás criaturas. Por eso, quien denigra a una persona o le quita su lugar y se lo da a otras comete un gravísimo desorden. Un ejemplo de este asunto sucede cuando el dueño de un perro le dedica cuidados excesivos y no los tiene en absoluto con la persona que ha contratado para realizar trabajos domésticos, o maltrata al epleado de la tienda en donde acostumbra comprar.
Sólo los seres humanos tienen la capacidad de relacionarse con Dios. La oración es el diálogo más noble que alguien puede vivir. Quien lo obstruye comete una seria interferencia porque se impide el mejor ejercicio de la libertad.
El matiz exclusivo de la esencia de toda mujer es la de ser madre, eso incluye unas características para facilitar esa función como la ternura, la facilidad de descubrir lo importante porque escucha, atiende y se interesa de un modo muy sutil e inimitable. Entonces si ella misma u otras personas la retan a ser como los varones, en estos aspectos que le son propios, la vida humana se empobrece y arrastra al empobrecimiento a los otros seres.
El rol de la mujer en la familia y en la sociedad ha de ser a “su modo”, pero como ella se ha confundido, la familia sufre crisis y la sociedad también. Estos ámbitos han perdido en humanidad, en apertura a la fraternidad, en sensibilidad educativa.
Lo óptimo para evitar lo pésimo es respetar el modo femenino. Las mujeres respetarse y asumir sus responsabilidades de acuerdo con su condición, esto equivale a mostrar un corazón inteligente, y una presencia amable, colaboradora pero firme y segura.