La CIMA IAP: Incide en la educación de mujeres jóvenes en Querétaro

4 febrero, 2021
Diego Jiménez Silva 

La educación es un derecho humano fundamental al cual toda persona debería tener acceso, sin embargo, dadas las condiciones de vulnerabilidad y desigualdad social que se viven en México, difícilmente y, sobre todo, en comunidades rurales, esto sucede así. 

En México, se estima que más de cuatro millones de niños, niñas y adolescentes no acuden a la escuela, mientras que 600 mil más están en riesgo de dejarla por diversos factores como la falta de recursos, la lejanía de las escuelas y la violencia; y aquellos que viven en comunidades indígenas o hablan una lengua indígena como lengua materna están particularmente en riesgo de no ir a la escuela o de tener un bajo aprovechamiento, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Esta situación se vuelve incluso mayormente preocupante al llegar a nivel superior, debido a que, por la falta de recursos económicos, la insuficiencia de matrículas, la falta de cobertura en comunidades rurales, y otros factores más, imposibilitan a las y los jóvenes a continuar con sus estudios y los obliga a quedarse con un nivel de educación básico o medio superior que afecta tanto en su desarrollo, al igual, que los limita en oportunidades laborales y/o de otra cualidad. 

CONSTRUYENDO UN MUNDO DE IGUALDADES

Patricia Soto y su esposo Thomas Gibson, han tenido una visión de solidaridad con quienes más lo necesitan y en su anhelo de cambiar al mundo, siempre han buscado la forma de apoyar y combatir la desigualdad social que existe, trabajando en diferentes programas internacionales como donadores, voluntarios y, sobre todo, brindando un servicio humanitario, principalmente en las comunidades y poblaciones marginadas que así lo demandan. 

En su experiencia, se dieron cuenta que no bastaba únicamente con brindar el apoyo, ya que muchos se hacían dependientes y no se realizaba un verdadero cambio desde la raíz, es por ello, y después de ver un documental que sirvió de inspiración para sus vidas, fue que decidieron crear LA CIMA IAP, una institución enfocada a romper el ciclo de pobreza y desigualdad mediante la educación. 

LA CIMA IAP

Al crear este proyecto, lo primero que hicieron fue buscar ayuda con instituciones que realizaban actividades similares a las que ellos querían abordar, y así construir los manuales y cimientos esenciales que darían luz a la CIMA IAP. 

Patricia Soto, presidenta de esta institución, comentó que, lo que se buscó desde un inicio fue tener una estructura sólida en todas las áreas desde lo legal, financiero e incluso la transparencia, que nos permitiera seguir desarrollándonos y creciendo de manera saludable. Su labor, también se base en pilares fundamentales como lo son el respeto, la honestidad, la confianza, la excelencia, la dignidad y la responsabilidad, mismo que dan fuerza e identidad a la institución. 

El proyecto comenzó aproximadamente hace año y medio, y su misión es servir al mundo, al proveer a mujeres jóvenes brillantes de comunidades pobres o marginadas, los medios necesarios para tener acceso a educación de nivel superior, motivarlas a desarrollarse plenamente y a contribuir en el desarrollo de su comunidad. 

Patricia Soto, informó que, actualmente son cinco las alumnas con las cuales están trabajando, mismas que han dado todo de sí para demostrar sus capacidades y habilidades inigualables, incluso una de ellas recientemente ganó el segundo lugar en un concurso nacional estudiantil de innovación. “Lo único que les falta era el apoyo e impulso para continuar con sus estudios y alcanzar el éxito”

PLAN DE TRABAJO 

Su labor se ha desarrollado principalmente en Querétaro, en la Sierra Gorda, que es una de las zonas más pobres y que, por tanto, demanda de una mayor atención. Y en colaboración con el DIF, lograron tener contacto con la preparatoria de esa zona y acudir directamente para brindar el apoyo. Asimismo, se trabaja en conjunto con la Universidad Tecnológica de Querétaro (UTEQ), escuela en la cual la mayoría de sus alumnas estudia. 

En lo que respecta a la beca que se les brinda, no solo incluye el apoyo para su educación universitaria, sino que además cuentan con un programa de desarrollo humano que involucra el autoconocimiento y el descubrimiento del valor que cada ser humano tiene, así como la importancia y reconocimiento a su cultura y orígenes. 

En su plan de trabajo, también se involucra el estudio de un segundo idioma, en este caso el inglés, así como, desarrollan un plan de negocios enfocado al beneficio de su propia comunidad u alguna otra, que les permite adquirir experiencia y retribuir a la misma población, logrando transformar vidas. 

Patricia Soto, presidenta de la CIMA IAP, señaló que, es impresionante todo el apoyo que han recibido en este tiempo, y, además, los logros que han obtenido. Sin duda, “la sociedad civil tenemos la capacidad de transformar al mundo, siendo voluntarios, donando, hay muchísimas maneras de que cada uno de nosotros como ciudadanos podamos hacer algo para cambiar el país, dar oportunidades, y hacer seres humanos más felices.” 

“Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”

La CIMA IAP.

Página web: https://lacimaiap.org/

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