Anunciación.- Con el objetivo de hacer una reflexión  de la condición  de la vulnerabilidad que hay entre los hermanos migrantes y la falta de garantías de los derechos humanos que hay en el país el del Instituto Mexicano de Doctrinas Social Cristiana (IMDOSOC), llevó a cabo el panel de “La caridad con el hermano migrante”.

“La migraciónes un fenómeno social que tiene diversas implicaciones para el país de origen y el destino de estas personas. En el caso de México, somos una nación intermedia que se utiliza como puente para llegar al vecino del norte; sin embargo, en su paso los migrantes enfrentan diversos obstáculos y negligencias que transforman su recorrido en un peligro para su integridad”, puntualizó Gerardo Cruz, investigador del IMDOSOC.

Durante  la conferencia Rodolfo Soriano, doctor en sociología por la Universidad de Fordham, dijo que la migración de México, Canadá y Estados Unidos depende varios factores como la dinámica de los mercados de trabajo de México, los grados de desigualdad que existen en cada país, la legislación de los distintos países involucrados especialmente México y Estados Unidos, la calidad del respeto a los derechos humanos y la seguridad pública en los países involucrados.

Carlos Cevallos del instituto de Formación Teológica Internacional de México, puntualizó que  la solidaridad  con el migrante  se  sitúa como una  exigencia  de la ética  y la justicia social, sancionadas  por la ley del señor  y es una referencia histórica relevante  para cualquier legislación  moderna. Agregó que la justicia  bíblica  declara  a los inmigrantes beneficiarios de todos los derechos.
 
Alejandro Solalinde, fundador de la casa del migrante “Hermanos en el camino“, compartió una visión de fe  de aquellas personas que mantienen la esperanza a pesar de las circunstancias que viven.

“Estados Unidos como México son países que dicen tener fe pero excluyen principalmente a las mujeres, pero yo he aprendido de Jesús algo maravilloso como el ser influyente para el bien  y poder entender que  somos hermanos y que en este mundo estamos compartiendo la existencia”  aclaró Solalinde.

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