La caracterología, una herramienta para la vida humana
Por: Jesús Arizmendi Valdez
Las afinidades y los antagonismos caracterológicos ejercen gran influencia en la vida de las personas, pues hay situaciones, como el noviazgo, que pueden predecir la convivencia en la vida matrimonial. En otras relaciones no elegidas pero muy importantes para la gente: hijos, padres, familia por extensión, es posible atenuar los conflictos y las incomprensiones cuando se conoce el carácter propio y el de los demás.
De acuerdo con Ana Teresa López de Llergo, catedrática de la Universidad Panamericana en su libro Caracterología Relacional, “Una guía para la optimización de las relaciones humanas” el objeto de estudio de la caracterología es la conducta de las personas frente a los demás y ante determinadas circunstancias, preferencias y antipatías, bajo condicionantes fisiológicas y psicológicas. En este sentido, dicha disciplina nos permite conocer la personalidad propia y la de otros, con el fin de optimizar los rasgos positivos de nuestro modo de ser y disminuir los negativos, y así mejorar nuestras relaciones sociales.
En este libro se describe el modo de ser y de relacionarse de las personas. La intención es observar cómo estas relaciones se dan en forma espontánea y satisfactoria, y cuándo son difíciles por naturaleza.
López de Llergo indicó que el propósito de Caracterología Relacional es ayudar a las personas a conocerse y ofrecer los medios para que la convivencia con los demás sea lo más armónica posible.
“En este libro también se consideran los elementos del carácter, así como sus fortalezas y áreas de oportunidad, y se presentan algunas recomendaciones para encauzarlos y compensarlos, para lograr cierta madurez personal que prevenga roces y malos entendidos, por la espontaneidad del propio modo de ser y sus repercusiones en la convivencia”.
“Creo que el problema de las personas radica en que no nos conocemos realmente, somos imprudentes, precipitados y vamos con la idea preconcebida de como reaccionará el otro ante nuestra presencia. En cambio si nosotros ya conocemos cómo es la otra persona será más fácil lograr una verdadera comunicación”.
Ana Teresa López explicó que en la obra también se consideran los elementos del carácter, así como sus fortalezas y áreas de oportunidad, y se presentan algunas recomendaciones para encauzarlos y compensarlos, para lograr cierta madurez personal que prevenga roces y malos entendidos, por la espontaneidad del propio modo de ser y sus repercusiones en la convivencia.
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