Anunciación.- Conocer la trayectoria, fines y alcances de la asistencia privada en México, es profundizar en la historia de las acciones ejecutadas por la sociedad civil, así como evaluar sus resultados prácticos, el campo de participación y la trascendencia en el desarrollo social.
Acudimos al Doctor Julián Gascón Mercado, presidente del patronato del Hospital de Jesús IAP, para saber cuál era el ambiente de la asistencia privada en el siglo pasado y ver cómo ha contribuido en la sociedad mexicana.
El Hospital de Jesús es la institución de asistencia privada más antigua del sector y fue constituida por Hernán Cortés en el año de 1524. Asimismo esta catalogado como uno de los centros de salud más añejos del continente americano y del mundo.
-Doctor Julián Gascón Mercado,¿cuál era el ambiente de la asistencia privada en la mitad del siglo pasado y qué criterio regía para la toma de decisiones?
-“Era distinto al de hoy. En primer lugar la Iglesia a través de las congregaciones religiosas prestaba servicio social, que coadyuvaba con las organizaciones dedicadas a desempeñar labores altruistas.
El criterio que regía especialmente, tratándose de hospitales del mundo occidental surge con la cultura del cristianismo en atención al desvalido y al pobre.
En el caso del Hospital de Jesús, la mayoría de los servicios hospitalarios que desempeñan ahora las enfermeras, en el siglo pasado lo realizaban las religiosas. Aquí estuvo la Congregación de las Madres de la Caridad, encargadas de labores de quirófano, cocina, lavandería y de asistencia médica.
-Doctor Gascón, da la impresión de que antes, las instituciones de asistencia privada se creaban por necesidad y ahora por gusto ¿usted qué piensa de ello?
-“Creo que surgen más que por gusto, por necesidades sociales. Antes era apremiante pensar en ellas, ya que los gobiernos tenían poca precisión en labores de carácter asistencial a favor de políticas de desarrollo social.
Afortunadamente hoy todos los gobiernos del mundo tienen un interés particular por trabajar en pro del desarrollo socio económico de las comunidades.
Las organizaciones siguen apareciendo por necesidades sociales insatisfechas y las autoridades ven en ello lo que no pueden satisfacer en una sociedad carente como la nuestra”.
-¿Cuál era el perfil de un líder altruista en la primera mitad del siglo pasado y como ha cambiado este perfil al día de hoy?
-“El perfil básico de un líder altruista sigue siendo el mismo. Es decir un hombre que tiene recursos que los destina para obras altruistas. De ahí que el prototipo de hombre de principios de siglo era aquel individuo que logró hacer una fortuna como Pedro Romero de Terreros que fundó el Nacional Monte de Piedad, enriqueciéndose con el trabajo de las minas en Pachuca, Hidalgo, lo que trajo a colación la creación de una organización de préstamos prendarios. De tal manera que sigue siendo un claro ejemplo de ayuda en favor de la sociedad mexicana.
Otro ejemplo es Carlos Slim y Víctor González Torres, dos mexicanos bien nacidos que han apoyado a su país y no piensan en sí mismos, sino en los demás”.
-¿Si hubiese algo que rectificar en el traslado de responsabilidades asistenciales del sector público al sector privado, ¿qué devolvería usted al gobierno como tareas de beneficio social?
-“Es imposible que los gobiernos del país y del mundo puedan satisfacer todas las necesidades de la población, ya que hay carencias que van cambiando con el desarrollo de las comunidades.
Probablemente los países desarrollados como los europeos se justifican a través de sus labores asistenciales, como la atención a la juventud que es prioritaria, ya que siempre habrá espacio para que los particulares y el gobierno del Estado puedan hacer su mejor esfuerzo por enriquecer y propiciar el desarrollo de la comunidad y de los seres humanos”.
-Respecto del pago de impuestos y administración de bienes para la asistencia pública y privada, ¿cuál considera que ha sido la mejor práctica y cuál ha sido la peor?
-“Considero que las instituciones de asistencia privada en México no tienen la protección que deberían tener con respecto a su labor.
El actuar de las IAP se ve mermada, ya que cada sexenio llegan personas sin experiencia, y claro, un gobernante lo que busca es tener recursos para hacer de las labores oficiales obras de carácter social, para que desarrollen de mejor manera su trabajo en favor de los que menos tienen.
Es ahí, donde les ha faltado prudencia para ver con cuidado el no ahogar a las organizaciones, que de por sí, cuentan con pocos recursos y la demanda de ayuda es mucha; con tanto impuesto, se trunca su labor asistencial”.
-¿Qué lugar ocupaba la asistencia privada en México de la primera década del siglo pasado y cuál considera usted que es hoy su lugar dentro del marco económico y político?
-“La asistencia privada destacaba más por la labor que desarrollaban las órdenes religiosas, por es deseo de servir al prójimo, siempre dispuestas a sumarse al trabajo de otras organizaciones constituidas.
Actualmente, las órdenes religiosas han disminuido. Ahora existe el perfil del voluntariado, que apareció hace unas cuantas décadas con cierta presencia esperanzadora de que iba a hacer una labor muy eficaz y muy notable.
En un principio se dieron muchos grupos dispuestos a hacer labores extraordinarias que con el tiempo, vemos con tristeza que este grupo de voluntarias por lo menos en los hospitales ha disminuido”.
-¿Dé qué manera ha ido evolucionando el concepto de beneficencia privada hasta nuestros días y qué valores fue perdiendo en el tiempo? Digo, que los fue perdiendo porque lo que me ha tocado vivir es un creciente deterioro moral, económico, político, familiar y social?
-“El concepto de asistencia va cambiando de acuerdo con los intereses y desarrollo de las propias sociedades. En un principio la caridad era el elemento que se manejaba y éste básicamente se propiciaba alrededor de las congregaciones religiosas.
Después apareció la beneficencia, donde ya se solidarizaba como una especie de obligación moral para los que tenían más carencias. Actualmente la asistencia ya no la vemos como una caridad, ni como beneficencia, sino como un concepto de solidaridad que tenemos los mexicanos de ayudar a aquellos desfavorecidos”.
-Si la asistencia privada tuviera los recursos para favorecer el desarrollo integral de México, cual debería ser la actividad prioritaria o común a todas las instituciones, de modo que al apuntalar hacia ella, realmente se proporcionara el desarrollo de México.
-“Es una utopía, creo que en este caso debería orientarse básicamente a proteger a la familia y el desarrollo integral, si logramos eso tendríamos un México diferente al actual”.
-Si se hiciese una filosofía del altruismo, ¿qué temas propondría usted para llegar a acuerdos y conseguir la justicia, la paz, e incluso la felicidad de los mexicanos?
-“La filosofía del altruismo es en cierta forma, una filosofía más cercana al pensamiento religioso. Pero en el fondo las instituciones en México tienen mucho de la filosofía del altruismo, como los hospitales que se desarrollaron básicamente alrededor del cristianismo europeo y surgieron conceptos filosóficos.
Hasta el día de hoy, muchas de nuestras expresiones y de las prácticas de la asistencia privada provienen de ese tronco de carácter filosófico del cristianismo”.
-¿Qué opina de la intervención de la Junta de Asistencia Privada en las instituciones?
-“Yo llegué en 1953 a la asistencia privada al Hospital de Jesús, entré junto con Víctor García Lizama, fui jefe de trabajo social. Sin duda la labor de la Junta de Asistencia Privada es conveniente para las organizaciones, ya que la JAP supervisa y analiza el trabajo de las IAP para coadyuvar al mejor desarrollo de su labor y frente a las autoridades haga lo posible por proteger los intereses del sector