Anunciación.- “Las personas sordas no deben ser tratadas como personas con discapacidad, ya que únicamente los hace diferentes un lenguaje”, indicó Maribel Valero, colaboradora del Instituto Pedagógico para Personas con Problemas de Lenguaje Institución de Asistencia Privada (IPPLIAP), que en coinversión con el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), llevó a cabo el proyecto “Cuentos en lengua de señas mexicana”, a fin de realizar materiales bilingües con temáticas que favorezcan el respeto de los derechos humanos y la lectura de niñas y niños sordos.
La iniciativa consistió en invitar a las y los estudiantes, docentes y ex alumnos de la institución que quisieran participar como narradores; posteriormente se llevó a cabo la grabación y traducción del contenido de los cuentos, en los que, a través de historias cortas se narran temas relacionados a discriminación, valores, respeto a los derechos de personas con cualquier tipo de discapacidad; y finalmente se realizó la producción de estos materiales.
“Trabajamos por el cumplimiento del derecho fundamental de las y los sordos de acceder a la educación a través de la Lengua de Señas Mexicana, ya que existe un marco legislativo nacional e internacional que reconoce que las personas en esta condición tienen su identidad lingüística”, comento Mercedes Obregón, directora del IPPLIAP.
No saber leer, ni escribir vulnera doblemente a las personas sordas, pues supone mayores obstáculos para la comunicación e inclusión en su entorno, es por ello, que la asociación fundada en 1967, abrió sus puertas como institución académica para lograr la interacción de personas sordas en los ámbitos educativo, social y laboral, ayudándoles a superar las grandes barreras como la exclusión, discriminación y desigualdad a la que se enfrentan, aún en la actualidad.
El proyecto de coinversión con el Indesol benefició a 150 alumnas y alumnos del centro educativo “la importancia de crear y acercar estos 10 cuentos, tiene como sentido que las y los estudiantes puedan adoptar, adaptar y construir una forma de comunicación bilingüe, que permite el acceso a la información y a su vez, fundamente la práctica de este modelo oralista para que sigan preparándose académicamente”, explicó Mercedes Obregón.
“El impacto incidió en las madres y padres de familia de las y los estudiantes, porque es una herramienta que ayuda a mejorar la interacción y el canal de comunicación entre ambos. Los trabajos están ya en redes sociales, es un material accesible para toda la población sorda, queremos ponerlos al alcance de todas y todos, queremos que sean útiles”, comentó la directora de la institución.
De acuerdo con cifras del Censo General de Población y Vivienda 2010 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en México tres de cada diez personas con sordera son analfabetas, esto representa que 15.7 por ciento de niñas y niños entre 6 y 11 años de edad con discapacidad auditiva no acuden a la escuela.