Incrementará vulnerabilidad del 68% de las mujeres con 65 años en 2030

De acuerdo con el Perfil Sociodemográfico de los adultos mayores en México realizado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, (INEGI) en 2005; señala que para el año 2030 el 68% de las mujeres de 65 años no contarán con una pensión de retiro, por lo que su vulnerabilidad será un tema de importante atención social.

La realidad anterior responde a una causa social que desde hace más de 25 años Fundación Zícaro AC se ha planteado hacerle frente. A través de la capacitación en diversos quehaceres, las personas arriba de los 40 años pueden asegurar una forma de autosostenibilidad al tiempo que entretejen redes de acompañamiento comunitarias que pueden resultar en organizaciones formales como cooperativas capaces de proveerles de un sustento digno.

Fundación Zícaro: ser + vincula + produce + conserva

“Somos una fundación mexicana que promueve acciones de inclusión social para mejorar la calidad de vida de personas mayores de 40 años mediante estrategias de trabajo para el desarrollo regional. Apoyamos con asistencia técnica y financiamiento a grupos de ciudadanos organizados que buscan mejoras en su comunidad”, aseguró Leticia Martínez Gil, fundadora y directora general de Fundación Zícaro, quien con una larga trayectoria dedicada a las organizaciones sociales del tercer sector cuenta con un acervo metodológico que hoy pone en práctica con los que ella nombre “nuevos grupos vulnerables”, es decir la población de 40 años y más.

En México, una significativa proporción. De los adultos mayores permanecen en actividades económicas ya sea por una decisión voluntaria aunada al deseo de la realización personal o la ocupación de su tiempo libre. No obstante, puede que la decisión de continuar trabajando tenga que ver con la necesidad de contar con ingresos suficientes dada la falta de prestaciones sociales y la precariedad de los montos de jubilaciones y pensiones.

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En el país residen más de 35 millones de personas de 40 años y más, siendo que el grupo más basto son las mujeres, Fundación Zícaro AC presta atención a las necesidades particulares de este grupo desatendido. Jefas de familia que, en muchos casos, se han enfrentado al complejo intento de la adquisición del sustento de sus familias sin contar siquiera con estudios o capacitación de algún tipo. Al verse a sí mismas desvalidas ante un contexto en el que no son dueñas de sus viviendas, no tienen acceso a sistemas de salud que aseguren su bienestar y ni hablar de ser beneficiadas por un sistema de pensiones que va extinguiéndose abruptamente.

“Con estrategias de empresa social formamos acciones colectivas donde son los propios ciudadanos quienes encuentran en la alianza con los otros un nuevo rumbo en sus vidas en beneficio de sus comunidades”, señaló la directora Leticia Martínez Gil. Desde el trabajo con personas mayores de 40 años se plantea como objetivo metodológico recuperar la red social del grupo de beneficiarios a través del aprendizaje de habilidades para transitar a un mundo globalizado.

A través de la metodología ser + vincula + produce + conserva, Fundación Zícaro se enfoca en promover proyectos de salud comunitaria, acompañamiento para consolidación de empresas sociales, productos verdes, entre otros.

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Adaptación a entornos digitales, reto en agenda a causa de la pandemia

La pandemia ha traído consigo complicaciones en organizaciones del tercer sector como Fundación Zícaro por la necesidad de activaciones presenciales, pese a ello, se han adaptado a compartir capacitaciones a través de redes sociales a sus posbilidades y las posibilidades de las personas organizadas que acompañan.

El desempleo y falta de ingresos económicos genera ansiedad entre las personas de 40 años y más con mayor intensidad que en otras temporadas por la pandemia que ha aminorado las interacciones sociales presenciales. Ante esta “nueva normalidad”, Leticia Martínez aseguró que uno de los más grandes retos para la población que atiende Fundación Zícaro, más allá de capacitarse, tiene que ver con el salto a las competencias que exige la globalización: aprender a trabajar a través de las nuevas tecnologías.

“Las empresas sociales de mujeres y adultos mayores requieren inversión y la capacidad de manejar créditos para crecer. Lo demás, es bueno, pero sin recursos se queda en el camino de las buenas intenciones. Lo mismo aplica para las OSC“, comparte Leticia Martínez Gil desde su experiencia en este sector de la sociedad.

Fundación Zícaro cumple con mentorear en la contrucción de planes de capacitación orientados a la articulación y reforzamiento de redes comunitarias autosostenibles establecidas en emprendimientos capaces de considerar el mínimo impacto negativo al entorno. En cada región donde llega Fundación Zícaro trabaja de cinco a seis años, con la intención de encaminar esfuerzos sociales sin caer en asistencialismos que entorpezcan el esfuerzo organizacional de los grupos de personas de 40 años y más.