Anunciación.- Se llevó a cabo en el Instituto 

Mexicano de la Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC) en unión con el Instituto Internacional de Investigación para el Desarrollo (IIID), la conferencia del Dr. Dagoberto Flores titulada “Hacia un mayor dinamismo global resiliente. Una respuesta al clamor por el bienestar integral”.

El conferencista es presidente y director general del IIID en Latinoamérica y México, además se ha adentrado en el estudio sobre la resilencia y la anomia asiliente por más de veinte años además de haber publicado diferentes libros.

Durante la conferencia se habó de la realidad actual del país respecto del menor desarrollo y de la pobreza a nivel personal, familiar social y empresarial, existen causas diversas, muchas de ellas tienen  que ver con la mentalidad y la actitud que se transmiten de generación en generación a través de la cultura, familia, escuela y comunidad.

El conferencista destacó refiriéndose a la resiliencia como la capacidad que tiene una persona o un grupo para afrontar las adversidades y salir fortalecido de ellas, es decir esto constituye la transformación positiva de la adversidad.

Dagoberto Flores, señaló que las características suficientes para que a una persona se le pueda llamar resiliente nómico serían: autoestima, autonomía, afrontamiento, conciencia, esperanza, responsabilidad, sociabilidad y tolerancia a la frustración.

Hoy en día el autor señala que a la resiliencia se le concibe como: “una actitud y una conducta orientada a la norma, que se caracteriza principalmente por transformar la visión real de uno mismo por una visión que demuestra la competencia del individuo, el equipo y el grupo social para resolver problemas y para alcanzar un alto estándar de vida, haciendo que se obtengan resultados positivos ante la adversidad. Es producida por cambios estructurales que forman integración. Se asemeja a aquella pelota de tenis que mientras más duramente es golpeada hacia el suelo, más fuertemente rebota elevándose al cielo”.

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