Homenaje al personal médico (1 de 3) Frente al Covid-19

“Al cruzar la puerta del doninng (conocido como transfer), un escalofrío y sensación de temor se apodera de mí, simultáneamente inmensa tristeza, por lo impresionante de su estructura, ya que nunca había visto levantarse tan rápido una unidad así. Mi mente imaginó por un momento, todas esas camas ocupadas con pacientes en un estado avanzado de la enfermedad, personal sin darse abasto para atención, como una película de guerra.”

En homenaje a los miles de profesionales de enfermería que acompañaron a pacientes por Covid-19 en cada rincón del País, les comparto fragmentos de una plática muy sentida y profunda que sostuvimos la Enfermera Teresa Cabrera Espinosa, Jefe de Terapia Intensiva UTC-30 abril 2020 a febrero 2021 Unidad Temporal Covid -19 en el Centro Citibanamex CDMX.

Enfermera Teresa, ¿Cuál fue tu primer pensamiento cuando escuchaste por primera vez que en China había un brote de un padecimiento respiratorio SARS CoV-2?

º “Con o sin pandemia la enfermería ha recorrido un largo camino en la historia, del cuidado y en la manera de profesionalizar el mismo, dejando un rastro de vital importancia. Ante la crisis de salud que ha propiciado el COVID-19, aumentaron las exigencias de cuidado, así como la atención oportuna y los procedimientos de alta especialidad, del profesional de enfermería.”

º “En este momento la única limitante, el temor de contagiarse, y contagiar a su familia, el síndrome del quemado, y el estrés laboral son factores que se presentan en la mayor parte del personal hospitalario, en este contexto, la planeación estratégica, la educación al personal, y la coordinación de acciones de prevención y la presencia de comunicación efectiva son determinantes.”

Enfermera Teresa, hablas del temor a contagiarte, ¿Hay manera de describir ese temor?

º “Diez años transcurrieron desde aquel sentimiento de miedo y vulnerabilidad, para de nuevo sentirlos, justo el 28 de febrero del 2020 día en que celebraba mis 41 años de edad, tras pasar un día de relajación por tan emblemático motivo, por la tarde al ver el televisor una noticia atrapa mi atención. Primer caso detectado de coronavirus Covid-19 en nuestro país, una sensación de discreta angustia, como aquella que experimenté años atrás me eriza la piel y atenta, presto atención. No puedo negar que pasé la noche pensando, cómo deberíamos prepararnos, ya que los antecedentes en el país de China no eran alentadores.”

º “Durante los siguientes 48 días, en el hospital donde trabajo, ya nos preparaban con protocolos a seguir, medidas y recomendaciones al por mayor, ya que era de esperarse me enfrentaría como personal de primera línea a una guerra que aún no sabía cómo se desarrollaría. Empecé a buscar por medio de las plataformas digitales información sobre el tema, esto no se trataba de un padecimiento habitual y no conocía a profundidad el mismo.”

º “He de reconocer, al tener cada vez más conocimiento y de seguir al pie de la letra las recomendaciones que nos daban sobre medidas de seguridad que deberíamos llevar, empieza una sensación de confort y me conduzco con normalidad en mis rutinas habituales, pero lamentablemente empecé a ser víctima de discriminación por parte del equipo de trabajo del hospital donde laboro, retirarse de la mesa del comedor al pasar a cenar, solicitarme no presentar a los pacientes personalmente sino realizarlo vía telefónica, todo por ser parte del personal adscrito a urgencias y en ese momento dedicada en todo momento a la atención del paciente con Covid, comentarios nada fundamentados en el transporte público, al verme con uniforme.”

En la próxima columna (2 de 3) continuaremos con esta plática que al mismo tiempo sirva para reconocer el esfuerzo del personal médico, como también sirva para reconocer el esfuerzo del gobierno de la CDMX, empresarios y organizaciones de la sociedad civil para instalar en tiempo récord una unidad de atención médica frente al Covid-19.