Hogar y patria
La necesidad de pertenencia es una característica de los seres vivos. Los vegetales sin saberlo tienen el vínculo con su entorno porque necesitan unas condiciones especiales para su permanencia, conservación y reproducción. Esas condiciones por ejemplo son: el suelo, el clima con un determinado rango de temperatura, humedad y cercanía de otras especies.
Los animales también tienen semejantes necesidades para subsistir y reproducirse en concretos entornos, así como de la presencia de otras especies animales que puedan servirles de alimento o de variados tipos de simbiosis. Como algunas aves que requieren de objetos concretos para hacer sus nidos.
El ser humano coincide en esas necesidades, aunque por su inteligencia y su voluntad puede aprovechar los recursos naturales y transformarlos para adecuarlos a su estilo de vida. Además, aprovecha los descubrimientos de otros para mejorar su entorno como los aparatos para regular la temperatura o para comunicarse a distancia. Aplica su creatividad para decorar y proteger su intimidad.
Hay dos territorios característicos de los seres humanos: el hogar y la patria. El hogar es un espacio donde se distribuyen determinadas zonas para realizar las actividades naturales de los miembros de una familia. Actualmente se han generalizado casas de estudiantes que se desplazan a sitios alejados de la familia de sangre e imitan algunos aspectos de los hogares.
La patria es una circunscripción amplia ubicada en una zona concreta de la tierra y ofrece características naturales como el paisaje, el clima y mucho más, donde los habitantes diseñan zonas comunes para facilitar el acceso a los productos necesarios para la subsistencia y adoptan un modo de gobierno para garantizar la buena marcha de la vida y satisfacción de las necesidades.
Obviamente en el mes de septiembre en el que los mexicanos conmemoramos el reconocimiento de nuestra identidad como nación, es importante festejar, pero mucho más importante es pensar cómo son nuestras personales actitudes para hacer de nuestra patria un auténtico territorio al que cuidamos y mejoramos para unos y otros hacernos mejores personas.
Así como un hogar bien constituido atiende a todos y cuida de la salud física y espiritual sin excluir a ninguno, así nuestra patria ha de lograr la paz y la armonía de todos también propiciando instituciones que nos ayuden a estar bien física y espiritualmente. En el hogar eso es posible si todos colaboran, lo mismo podemos decir de nuestra patria: es necesaria la colaboración de todos.
Estas reflexiones nos han de mover a revisar con sinceridad nuestro modo de actuar para facilitar a los demás ser buenos miembros de la familia o buenos ciudadanos de la patria. Son dos tesoros en nuestras manos que por ser tan naturales no los valoramos suficientemente. Es el momento de hacerlo y animar a nuestros seres queridos a cooperar también.