Anunciación.- Aunque en los medios se deje de hablar de guerras que ya no son noticia o que no se dé información sobre las masacres a mujeres y niños en África, ese silencio no trae la paz. Entonces, ¿qué puede ayudarnos a encontrar esa paz?
1. La guerra en Sudán del Sur. Esta nación del África sahariana, ubicada al sur de Egipto, además de sufrir sequía y enorme pobreza, vive en guerra desde diciembre de 2013, cuando el frágil pacto de gobierno entre las etnias dinka y nuer se rompió.
Aunque, desde entonces todo ese país sufre la violencia de grupos armados, rara vez aparecen noticias en los medios. Por eso, el Papa Francisco tenía planeado un viaje a Sudán del Sur en este año 2017, pero tuvo que cancelarlo –al menos por ahora– por motivos de seguridad.
2. La guerra en la República Democrática del Congo. Este país de la zona central del continente africano vivió en guerra durante muchos años, y la reciente paz que habían ganado se perdió en 2016, cuando el Presidente Joseph Kabilia se negó a dejar el poder al terminar su mandato.
El Papa ha pedido, muchas veces, que terminen las acciones violentas en esa República y que se busque una solución dialogada al conflicto. Además, el Pontífice ha denunciado el secuestro de niños para ser utilizados como soldados en situaciones de esclavitud. (ACI, 23 nov. 2017)
3. Una peculiar “batalla” por la paz. Ante la imposibilidad de acudir a esas naciones, el Vaticano organizó una celebración para pedir por la paz de estos dos países, en la que el Papa Francisco pronunció una homilía en la esbozó cinco aspectos para buscar y encontrar la paz de las naciones (23 nov. 2017).
El Papa quiso así esparcir con la oración “semillas de paz” por esos dos países y por todas las partes del mundo que sufren por la guerra. Se trató de un evento religioso, cuyo motivo fue rezar a Jesucristo, quien es “nuestra esperanza de paz”; pero el Pontífice realizó varias peticiones que también se pueden aprovechar muy bien en el ámbito civil para buscar la anhelada concordia.
4. Superar la indiferencia. Fue muy llamativo que en la primera súplica el Pontífice pidiera que termine la enemistad entre los miembros de un mismo pueblo, pues ahí está la raíz de estos conflictos bélicos en África.
También resultó muy impresionante la llamada de atención del Papa hacia la indiferencia. Con fuerza señaló: “¡Cuánta hipocresía cuando se niegan las masacres de mujeres y niños! Aquí la guerra muestra su rostro más horrible”.
Epílogo. Francisco, después de denunciar la indiferencia, hizo una oración para que todos podamos ser “artesanos de paz”, allí donde estemos. Y cada uno podremos ser buenos artífices de paz si, junto con la compresión hacia los que nos rodean, nos esforzamos en no olvidar a las personas que vive en los países en conflicto, aunque esas guerras ya no sean noticia.
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