ÉXITO, PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN

2 agosto, 2022

Autor: Gabriel Martínez Navarrete

NOSOTROS ATRAEMOS AQUELLO EN LO QUE PENSAMOS.

  1. Responsabilícese de sus pensamientos y de su formación. Cada uno de nosotros somos el resultado directo de nuestros pensamientos. El mal de la mayoría de la gente es que no dedica tiempo para pensar (reflexionar). Los éxitos y los logros dependen en mucho de lo que tengamos en la mente. Dedique tiempo a pensar, y pensar en grande. No desperdicie su potencial en acciones irreflexivas.
  2. Nadie puede atraer el triunfo si lo rechaza mentalmente o no lo amamos apasionadamente. Imagine previamente y piense con detalle lo que desea alcanzar. El ideal es indesligable de la acción para hacerla realidad. Fomente una confianza grande en Dios y en usted mismo. Rechace con coraje cualquier posibilidad de quedarse en la “estacada” y aumente constantemente la confianza en usted. Esto significa encararse honestamente con los propios errores y en trabajar constantemente en corregirlos.

Vea en los errores algo muy bello, y detrás de cada error la oportunidad –el aprendizaje, la experiencia requerida- para poder coronar el ideal o proyecto. Piense bien diariamente de sí mismo, y de sus capacidades. Será capaz, si piensa que es capaz, y actúa en consecuencia.

  1. No existen soluciones “mágicas” o “fáciles”. Pero empiece por usted mismo: respétese, apréciese y piense dignamente, y así tendrá un comportamiento digno. Dignidad es sentir un gran aprecio por uno mismo y por los demás.
  2. Dedique cada día un tiempo para pensar y pedir consejo. Esto le llevará a actuar con previsión y podrá construir con rapidez. No es lo mismo hacer las cosas en su clima ordenado, sereno, tranquilo, que intentar alcanzar las metas “apagando fuegos” y en un ambiente borrascoso. Se pueden perder muchas energías y no llegar a terminar la obra.
  1. No eche la culpa al otro ni se evada. Mantenga una actitud de responsabilidad personal y nunca de mea culpa. Piense: ¿Qué puedo hacer para mejorar esta situación? ¿Qué depende de mí? ¿Qué de los demás?
  1. Cada uno es el arquitecto de su propio futuro. Por eso, hoy dedique a dar un paso más para construir ese destino. Y el futuro se construye en el presente.

 

TRACE UN PLAN DE ACCIÓN.

 

  1. Sus pensamientos deben cristalizarse en cosas concretas. Redacte ese plan de modo claro, específico, concreto, breve y completo en lo que desea conseguir. Evite generalidades y palabras vanas. Utilice su imaginación y póngase a diseñar proyectos. Recuerde que -dentro de un sano realismo- lo que puede imaginar lo puede realizar.

 

Es vital ser rico en deseos, en ambiciones buenas y cultivar ideales. Lo contrario significa carencia de aprecio por usted y por los demás. Este plan de acción o de empresa debe ser medible y cotejablemente con el avance logrado en la práctica. Evite las demoras, dilaciones y desviaciones. Corríjase continuamente. Es necesario aprender a llevar a la práctica los proyectos y/o ideales. Recuerde que la “práctica hace al maestro”. Entonces, podrá enseñar a los demás a continuar con la permanencia de dicho proyecto.

MANTENGA UNA ACTITUD POSITIVA HACIA LA VIDA Y DISPÓNGASE A QUE SUS PLANES SE CONVIERTAN EN REALIDAD.

 

  1. Espere lo mejor de la vida y dispóngase a recibirlo. Atraiga la abundancia. Trabaje –con perseverancia, que nada hace desfallecer- en pos de sus metas. Recuerde que el deseo eficaz de alcanzar las metas, nos lleva al hábito o costumbre de alcanzarlas.

 

  1. Piense que tiene que estar dispuesto a pagar el precio. Pague la “cuota inicial”. No haga caso de las dificultades, amenazas, críticas y al “que dirán”. Pero tampoco las ignore, porque conviene aprender a manejarlas de modo que nos sirvan como catapultas (oportunidades de mejora) para logar lo que nos proponemos (el éxito), siempre que lo que deseemos y como lo deseamos, implique también colaborar en el progreso de los demás.

SI EL DESEO DE ÉXITO ES AUTÉNTICO, UNA VEZ LOGRADO, CONVIENE NUEVAMENTE PARA ACRECENTAR LO ALCANZADO.

  1. Siempre ir a más, de lo contrario se corre el riesgo de perder lo logrado. Esto es válido, si constituye un genuino servicio que hace progresar a los demás.