¿ES USTED UN TRABAJADOR POSITIVO?
Los workalcoholicos:
Los workalcohólicos suelen motivarse por miedo al fracaso, más que por amor al éxito, entendido este como disponibilidad de servicio –responsable- hacia los demás. Las personas sanamente trabajadoras superan el miedo al fracaso evaluando lo peor que puede acontecerles, con lo mejor que puede ocurrirles. Así, aprenden a manejar el riesgo.
Los workalcohólicos mantienen una poderosa adicción a la preocupación. Ven todo lo que sea fuera del trabajo como tiempo perdido, y ello les lleva a constreñir sus vidas y a una visión miope de la realidad, aunque parezcan llenos de eficacia. Se trata de una eficacia aparente, envuelta en una desordenada dedicación al trabajo, tomado como fin, que acaba destruyendo sus vidas.
Los workalcohólicos son esas personas de las que se puede decir que se “mueven mucho”, que fomentan una actividad frenética, reduciendo el campo del trabajo, a una mera actividad –sin valores espirituales y humanos- lo cual, con los años, la susodicha actividad pasa y hasta se esfuma.
Los workalcohólicos se apegan a símbolos relacionados con el estatus y con el poder. Los ven como fines, no como medios. Están “casados” con el trabajo y olvidan a sus familias y amistades por no dedicarles tiempo.
Trabajadores positivos
Su motivación es refrescante y nutriente con una auténtica dedicación al trabajo. Saben respetar el tiempo dedicado a los valores espirituales, a la familia y a las relaciones sociales. No obstante, su ilusión profesional les hace esforzarse por ser mejor que el mejor, no por fatua vanidad o tonto orgullo, sino por ser útiles a los demás. Perciben que ningún ideal se hace realidad sin sacrificio.
Entienden la necesidad de relajarse y de descansar como periodos de tiempo creativos. Se dan cuenta, de que para que la mente funcione óptimamente, el cuerpo debe estar en buenas condiciones. Por ello cuidan sistemáticamente el ejercicio, o tienen un hobby.
Cuidan y desarrollan fuertes lazos familiares y de amistad y no permiten que el exceso de trabajo los deteriore. Saben que el trabajo es ocasión de perfeccionamiento personal, fuente de sustento económico y ocasión de hacer progresar a la humanidad, y medio de trato con Dios. Ello les lleva a perfeccionar su competencia profesional.
Saben que el trabajo realizado y evaluado como un valor, y como una oportunidad para desarrollar los propios talentos trasciende como aportación a la familia y a la humanidad: esto nos hace más valiosos
Se dedican al trabajo creativo. Pueden trabajar varias horas y su trabajo les enriquece.
Ejercitan el ensayo mental, practicando en su mente todo aquello que les ayude a ser mejores. Esta práctica mental les eleva la confianza en sí mismo y aumenta la sana autoestima.
Los trabajadores positivos desafían las creencias comunes y sus propias ideas limitantes (sin importar como las hayan adquirido). Les gusta desafiar lo que es adecuado y lo que no lo es; lo que es real, y lo que no.
Confían en sus propias ideas sobre las opiniones prevalecientes, pero esta confianza no les lleva a cerrarse a las aportaciones de los demás, sino que saben escuchar y apoyan lo positivo que proviene de su gente.
Trabajan en equipo, más como líderes que como seguidores, y aprecian las cualidades de los integrantes del equipo, asignándoles tareas donde puedan desarrollar los talentos.
Son conscientes de que sus puntos débiles deben trabajarlos hasta convertirlos en fortalezas para poder triunfar. Así, eliminando sus puntos débiles –mediante el esfuerzo continuado- se convierten en soñadores y hacedores audaces, capaces de cristalizar los proyectos más difíciles.