En más de 20 años, Dividendo de Generosidad, ha brindado apoyo integral a jóvenes a través de la educación
Autor: Carlos Hernández Huerta
Fotos: Dividiendo de Generosidad ABP.
El alto índice de deserción escolar de jóvenes en nuestro país, ha provocado un rezago de desarrollo alarmante en nuestra sociedad. Nelson Mandela mencionaba que la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo, y equivocado no estaba. En Dividendo de Generosidad ABP, tienen la firme creencia que muchos jóvenes de escasos recursos cuentan con el potencial y compromiso por su futuro, y que merecen la oportunidad de ser apoyados para terminar sus estudios de educación secundaria, preparatoria y universidad.
Esta asociación de beneficencia privada inició su trabajo en 1996, otorgando becas mediante un programa eficaz y comprometido, que los puedan llevar a alcanzar el logro de terminar una licenciatura y obtener un título académico.
Cada año, ofrecen más de 250 becas, para lo cual se realiza un proceso de selección de entre jóvenes en educación secundaria, preparatoria o licenciatura, que comprueben la imposibilidad de seguir pagando sus estudios. Los interesados deben tener un promedio de 9, y el programa consiste en brindar apoyo económico mediante un depósito mensual por 10 meses por ciclo escolar, con la posibilidad de renovar la beca hasta terminar sus estudios profesionales.
Los resultados de la asociación son gratos de mencionar; con 2500 becas otorgadas, hoy sus egresados se desempeñan como odontólogos, doctores, ingenieros, contadores, químicos, educadores, maestros e incluso, han tenido un graduado mediante un intercambio estudiantil en el extranjero.
Y esto se ve reflejado también, gracias a que los miembros del Consejo de Dividendo de Generosidad se involucran directamente con los becados y sus familias, haciendo del compromiso mutuo un lazo más personalizado, pues atienden caso por caso de forma individual, y así, se comprende mejor la realidad de cada joven.
La integración de su Consejo Directivo lo conforman ciudadanos con auténtico compromiso social, y forman parte voluntariamente para apoyar al desarrollo de cientos de jóvenes año con año. Los testimonios de cada becario impulsan a la asociación a seguir adelante, ya que sus historias se ven nutridas de superación personal, y de un esfuerzo implacable por salir adelante.
Como el caso de Guillermo Reyes, quien desde niño soñó en convertirse en doctor, y así apoyar a personas como su hermana con capacidades especiales. Gracias a la beca de Dividendo, logró acabar su carrera y hoy es médico de consulta privada.
Círculo virtuoso de beneficios, es un diagrama de la asociación, donde menciona las aportaciones que se otorgan a los alumnos, pues es una oportunidad única de superación en los jóvenes. Así también se ven beneficiadas sus familias, porque se modifican sus patrones y se pueden convertir en un modelo de inspiración para los hermanos. Finalmente, la sociedad se ve beneficiada de igual forma, porque al integrarse graduados a las comunidades, se acrecienta el desarrollo debido a su aportación a la mejora del país.
La generosidad intrínseca de Dividendo atiende un tema al que hay que prestarle atención, porque desde la llegada de la pandemia, el rezago educativo se ha acrecentado exponencialmente, y la labor de estas asociaciones se deben tomar aún más en cuenta. Si dejamos que un número mayor de jóvenes deserten de sus estudios, México va estancarse en un subdesarrollo y con ello el futuro de miles de estudiantes.