En lengua de señas, Mafer te enseña a crear un lugar maravilloso
Por: Joselin Pérez González
Fotografía: Derechos Reservados
María Fernanda López es una youtuber, profesora y repostera mexicana creadora de Un lugar maravilloso, nombre del canal de YouTube en el que comparte tutoriales de cocina, tips de belleza, algunos retos con amigos y clases de Lengua de Señas Mexicana (LSM).
Mafer, como le gusta ser llamada, es oriunda de Hermosillo, Sonora y es una persona con discapacidad. Al momento de nacer fue víctima de negligencia médica: le administraron algunos medicamentos que le provocaron sordera profunda.
Su historia
La joven de 25 años de edad estudió los primeros cinco años de primaria en una escuela no apta para personas con discapacidad, situación que fue muy complicada para ella, pues comprendía muy poco sobre lo que sus profesores le enseñaban; además, no lograba una comunicación efectiva ni con ellos ni con sus compañeros.
En algún momento, sus padres la llevaron a terapias de lenguaje e incluso le compraron aparatos para que pudiera escuchar. Aunque logró percibir los sonidos, le resultó muy confuso e incómodo, por lo cual prefirió el silencio y aceptar su condición de vida.
“El usar esos aparatos llegó a hacerme sentir mal, a pensar que nada más eso había, que no había otra alternativa, sé lo difícil que es para mi comunidad; apoyo las terapias de lenguaje, que se apoye de esta manera los padres a los hijos, pero debe haber algo complementario con la lengua de señas”, declaró.
Fue hasta sexto de primaria cuando la inscribieron en una escuela especial para personas sordas, en donde por fin pudo interactuar con niños y adultos que la entendían y aprendió lengua de señas, conocimiento que adquirió en más o menos tres meses. Al ser esta una forma de comunicación tan innata de quienes no pueden percibir sonidos, aprendió en un solo grado escolar todos los temas que no pudo entender en anteriores ciclos.
Antes de saber LSM se comunicaba con su familia por medio de “clasificadores”, señas universales que pueden emplearse en cualquier región y son entendidas (por ejemplo decir “sí” y “no” con la cabeza). Los suyos también han adquirido dicha lengua por medio de cursos, pero a quien más se le facilita es a su hermana, Carolina, quien funge como su intérprete cada que es necesario, por ejemplo, para esta entrevista. Cuando no puede, Mafer contrata a un intérprete. Para concluir su educación básica, cursó los estudios de secundaria y preparatoria en escuelas comunes, pero que tenían grupos especiales para niños con discapacidad. Así, finalmente tuvo la oportunidad de elegir una carrera universitaria: Diseño Gráfico.
El canal de YouTube
Aunque creyó que su vida universitaria sería una experiencia grata, terminó como un episodio abrumante y frustrante. A pesar de que contaba con un intérprete, era difícil para este traducir a LSM los conocimientos especializados que los profesores enseñaban a la joven, por lo cual ella no podía aprender de forma adecuada.
Todo esto llevó a Mafer a desertar de la carrera. Sin embargo, no lo hizo sin antes tener un plan b. López tiene un talento y gusto especial por la cocina, por ello decidió inscribirse en un diplomado en repostería, mismo que le resultó más fructífero: la comunicación entre su intérprete, profesora y ella era más exitosa. Además, las actividades eran mucho más prácticas y le era sencillo seguir indicaciones.
Al finalizar el diplomado, la chef la felicitó frente a todos sus compañeros por ser su mejor alumna. La influencer solía publicar en sus redes sociales su trabajo como repostera, lo cual provocó que algunas personas se interesaran en sus creaciones: le preguntaban por las recetas o le pedían platillos especiales para venta. Por esta razón, comenzó a comercializar repostería por encargo.
Fue entonces cuando Mafer sintió la necesidad de compartir sus conocimientos, aunque no tenía muy claro de qué manera. Esto se lo externó a su hermana, quien le propuso crear un canal de YouTube. “Empezamos a planear, a ver a futuro este canal, subimos el primer video, el segundo, empezamos a platicar de ideas, yo le decía qué quería compartir y poco a poco se fue haciendo esta comunidad en YouTube, le fui poniendo mi esencia, empecé a dar recetas, consejos de moda, empecé a dar clases de lengua de señas.
Hay mucha gente que agradece, me dice ‘wow, estoy aprendiendo lengua de señas gracias a ti’, o sordos que me dicen ‘no sabía cómo hacer esta receta y ya la sé hacer’; eso me hace sentir muy orgullosa, que ellos estén contentos y me den las gracias de todo esto que están aprendiendo”, expresó. Por petición de sus seguidores, comenzó a subir videos sobre los elementos básicos de la LSM; vio en esto una oportunidad para que las personas oyentes aprendieran sobre la comunidad sorda y pudieran comunicarse con algún conocido que no pudiera oír. ¿De dónde viene el nombre del portal?
Ella misma lo explicó: “para mí un lugar maravilloso es donde la gente puede ver la vida de una manera diferente, donde no hay negativismo, pesimismo, sino que puedes seguir adelante, quitando los obstáculos, recordando tu valor, lo que realmente importa y avanzar, es donde hay una inclusión, donde personas nos apoyamos las unas a las otras para alcanzar el éxito”. Su canal alcanza hoy en día un total de 25,800 suscriptores.
México, ¿incluyente?
Mafer mencionó que por su discapacidad se ha sentido “diferente” y discriminada, por ello cree necesario que las personas oyentes se interesen en las necesidades y formas de expresión de las personas sordas. Incluso, consideraría como una opción que la LSM fuera una asignatura en los colegios.
La YouTuber opinó que México no es un país incluyente, pues hay muy pocas oportunidades laborales para personas con discapacidad, brecha que debe ser erradicada. Además, es una comunidad que continúa siendo relegada.
Cree conveniente que el Estado apoye a las personas sordas con los gastos de sus intérpretes, pues cobran entre $200 y $500 pesos la hora, costos que no a todos les es posible cubrir. Otro aspecto en el que podrían apoyar los gobiernos, según la entrevistada, es contratando intérpretes para que trabajen en las escuelas con los alumnos que lo necesitan.
Por su parte, Mafer, junto con un grupo de amigos sordos, busca el respaldo de políticos para echar a andar proyectos en favor de la inclusión de su gremio; también dan talleres para padres de personas sordas. Anteriormente tuvo la oportunidad de impartir clases de LSM en una Universidad de su ciudad, pero ahora solo se dedica a dar clases particulares.
¿Qué sigue para la YouTuber?
Mafer desea continuar trabajando en su canal de YouTube y como repostera. Sin embargo, tiene otros proyectos en mente: dar cursos en línea sobre la lengua que domina, estudiar fotografía y aprender más de su comunidad.
Pese a los obstáculos, la influencer siempre ha creído en sí misma y ha tenido un alto autoestima, lo cual se debe a su fe en Dios y al apoyo que desde siempre le ha dado su familia.
“Soy una persona muy loca, muy apasionada, me emocionan mucho las cosas y yo quiero ver eso en otras personas, quiero motivar, aportar para cambiar mentalidades, para quitar estas barreras, esos miedos de las otras personas, que puedan ver que si yo puedo ellos también pueden. En cuanto a mi empresa de repostería, quiero dar a algunos cursos a personas sordas para que ellos se animen a poner sus empresas”, compartió.
De acuerdo con el último Censo de Población y Vivienda realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el 2010, en México hay un total de 5 millones 739 mil 270 personas con discapacidad, de las cuales 694,451 son sordas; es decir, el 12.1% de los habitantes del país no pueden escuchar.