El viaje aún no termina
Por: Miguel Moctezuma Alvarado Chimal
La vejez no es, ni representa, una carga. Es una etapa en la vida de todos y que simplemente tendremos que aprender a llevar, sin embargo no tenemos porqué hacerlo solos.
En la calle de Independencia, número 28, colonia San Andrés Tetepilco, Iztapalapa, se encuentra la Fundación Héctor Vélez y de la Rosa IAP, un centro gerontológico en el que las personas de la tercera edad pueden desarrollarse en todos los aspectos de su vida con ayuda de profesionales dedicados al estudio de la vejez de manera amplia, capacitados para dar una mano a los adultos mayores.
En entrevista con Hilda Estela Ruiz Gaytán López, directora de la Fundación, explicó que el modelo que se maneja dentro de esta organización es gerontológico, de desarrollo y educación y su objetivo es “mantener la funcionalidad de las personas mayores”, de esta forma, el modelo se encuentra fundamentado en la detección de las necesidades de la población, con ayuda de las teorías especializadas en el área gerontológica para desarrollar los programas con los que ayudan a las personas de la tercera edad.
Asimismo, Ruiz Gaytán subrayó la necesidad de conocer a las personas de manera integral en primer lugar para elaborar un plan adecuado a quienes soliciten de la ayuda de la fundación, así como para poder elaborar distintos programas que impacten en la mayoría de los que asisten. De esta forma, se mantienen actualizados y sirve para reforzar los programas en función.
Un ser integral
“El envejecimiento es la pérdida de algunas de las facultades físicas o mentales, por ejemplo la memoria, la concentración, la atención, etcétera”, afirmó Ruiz Gaytán, quien se ha dado a la tarea, junto con su equipo de especialistas, a reinsertar a los adultos mayores en la sociedad con algunas de las actividades que ofrece la fundación gracias al modelo que se enfoca a todos los aspectos: cognitivo, motriz, social, psicoafectivo; por medio de actividades dirigidas a cada uno de ellos.
En ese sentido, la fundación ofrece actividades que desarrollan la parte mental de los adultos mayores, y para la parte física, se ofrecen actividades como baile de salón, danza regional, gimnasia e incluso zumba, lo que ayuda al estado de ánimo de las personas, así como a que ejerciten la movilidad de su cuerpo. También se tiene una clase específica de rehabilitación para quienes tengan problemas físicos y poco a poco recobrar la movilidad.
En cuanto a la parte social, el asistir ayuda a que las personas de la tercera edad se encuentren en un ambiente en el cual pueden hacer más relaciones además de su familia, hacer amigos y expandir sus redes sociales, de esta forma, se desarrolla un sentimiento de apropiación entre quienes asisten al centro, ya que se encuentran entre personas que los ayudan y los tienen en cuenta.
La convivencia es muy importante para que el desarrollo integral del adulto mayor sea favorable, ya que además de que al encontrarse en un centro donde pueden platicar con alguien más, es primordial en el establecimiento y consolidación de los aspectos personales como la autoestima y, consecuentemente, se consolida el empoderamiento de una persona.
Asimismo, en el aspecto psicoafectivo, el modelo de la fundación plantea el desarrollo de nuevas metas y el aprendizaje de nuevas cosas, lo cual desarrolla una mayor seguridad en las personas adultas.
Este modelo integral trabajado en la fundación, es lo que caracteriza el trabajo dentro de ella, sin embargo, Ruiz Gaytán aclara que cada persona que asiste tiene un expediente particular en todos los servicios para poder llevar un control sobre las necesidades y problemáticas con las que cuenta cada uno y, también, para mantener fundamentados los programas que se realizan.
“Aquí todo es personalizado, las actividades son grupales, pero de alguna forma están fundamentadas en la detección de estas necesidades de la mayoría” afirma.
Es importante resaltar que también dentro de la fundación se ofrece orientación a las personas mayores sobre aspectos personales, psicológicos e incluso legales, como en el caso de que alguna sufra maltrato a quienes se les facilita orientación para hacer una denuncia.
Asimismo, cada mes se realizan viajes para que los adultos mayores puedan conocer más estados de la República Mexicana, “que conozcan otras culturas, comida y más personas”, lo cual se fundamenta en el derecho humano básico de la recreación y la cultura, explicó Ruiz Gaytán.
Aunado a ello, dentro de la Fundación se trata de conseguir financiamiento para poder becar a quienes forman parte de este programa y que sea accesible para todos.
De este modo, se llegó a un acuerdo con Aditi, organización próspera sin fines de lucro, dedicada a empoderar a las personas. Por medio de esta alianza, se consiguió que dos personas mayores se lanzaran en paracaídas y, de esta manera, pudieran motivar a otros a realizar esta aventura.
También cabe resaltar que desde el año 2015, la Fundación otorga con programas de capacitación y sensibilización para quienes se encuentran en constante interacción con los adultos mayores con el fin de que también puedan ayudar al bienestar, no únicamente de las personas de la tercera edad, sino también de ellos mismos.
Estos programas tienen un objetivo: apoyar un desarrollo favorable para quienes se encuentran en la etapa de la vejez y que su entorno familiar y social sea un punto de apoyo para que se logre una buena experiencia de quienes se encuentran viviendo esta maravillosa época.
Dirección de la Fundación Héctor Vélez y de la Rosa: Calle Independencia, número 28, colonia San Andrés Tetepilco, Iztapalapa.