El sueño de los estándares de una vida digna

3 agosto, 2022

Autor: Mariano Ramírez León

Fotos: Fundación Gilberto AC.

La falta de interés por los bienes sociales y humanitarios que se necesita para así hacer valer los derechos universales como lo es el tener una vida digna, se limita a estudios y conceptos fuera de nuestra realidad, como lo la palabra “estándar de vida”.

 

Lo más cercano a nuestro contexto socioeconómico, de acuerdo a la Unidad de Manejo y Análisis de Información Colombia (UMAIC), define al concepto estándar de vida como:

 

“El estándar de vida hace referencia al nivel de riqueza, comodidad, bienes materiales y necesidades disponibles a una clase socioeconómica en particular en una zona geográfica.

 

 El estándar de vida incluye factores tales como ingresos, la calidad y disponibilidad de empleo; disparidad de clases, número de días de vacaciones al año, acceso de costo moderado o gratuito a servicios de salud, calidad y disponibilidad de educación, esperanza de vida, morbilidad, costo de bienes y servicios, infraestructura, crecimiento económico nacional, estabilidad política y económica, libertad política y religiosa, calidad del medio ambiente, clima y seguridad general”.

 

Los estándares de vida no solo se enfrentan a comparaciones entre países, las diferencias dentro de ellos mismos marcan el desarrollo de vida de las generaciones venideras, por lo que es importante preguntarse ¿Qué pasa con los rubros que no se cubren?

 

Hasta antes de la pandemia, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) dio a conocer en su estudio del 2020 que en México existen 55.7 millones de personas en situación de pobreza, 44.9 millones se encuentran en el estatus de pobreza moderada y el total de las personas en pobreza extrema fue de 10.8 millones.

 

La investigación del CONEVAL confirma el crecimiento de la pobreza en 2 puntos en comparación al año 2018. Hoy, junto con los problemas que ha traído la pandemia, los resultados no son prósperos.

 

De acuerdo a los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el alcance y expansión de la economía mexicana para el término del 2022 será de un 1,9%, y un 2,1% en 2023.

 

Estamos hablando que el desarrollo social para así tener una vida digna se vuelve más un sueño que un derecho.

 

En contexto, en septiembre de 1988 el huracán Gilberto golpeó por 5 días a los estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila. El 6 de octubre del mismo año, gracias a un conjunto de mujeres mexicanas preocupadas por la reconstrucción de viviendas y nuevos empleos, fundaron la Asociación Gilberto AC.

 

La Asociación Gilberto es una asociación civil que tiene presencia en 28 estados de la república mexicana, con el objetivo de ayudar al desarrollo y progreso de los mexicanos que se encuentran en una situación vulnerable.

El apoyo que reciben estos beneficiarios son damnificados que fueron afectados por algún desastre natural y la ayuda permanente por la situación de pobreza que vive México desde hace décadas.

Los 4 pilares en los que Gilberto AC ayuda a sus beneficiarios son construcción, educación, salud y empleo. Los pilares están segmentados en diferentes programas que tienen como objetivo ayudar y aumentar la calidad de vida.

 

  • Construcción
  • Construcción de vivienda
  • Mejoramiento de vivienda
  • Construcción de Albergues
  • Mejora de instalaciones

 

  • Salud
  • Jornadas Odontológicas
  • Jornadas Médicas
  • Promoción y Prevención de la Salud
  • Consultas y análisis
  • Albergues y Guarderías
  • Material médico y aparatos
  • Alimentos
  • Higiene

 

 

  • Educación
  • Equipamiento, mobiliario, materiales y accesorios
  • Educación Pre-escolar y Primaria
  • Formación y Asesorías
  • Clases de Regularización
  • Actividades Educativas
  • Programa de intervención educativa adultos

 

  • Empleo
  • Equipamiento e infraestructura
  • Capacitación Técnica
  • Proyectos Productivos
  • Desarrollo Humano

 

El sueño de poder acceder a todas las oportunidades de crecimiento personal, profesional y cultural tienen un techo muy concreto llamado pobreza; si no existe un concepto estipulado para ejecutar las obligaciones de los derechos humanos como lo es una vida digna, solo queda esperanza en el altruismo mexicano.