Anunciación.- En el marco de su visita a Cracovia para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el pasado 29 de julio el Papa Francisco visitó los tristemente célebres campos de concentración y exterminio nazis, Auschwitz y Birkenau.

El Pontífice llegó al campo de concentración de Auschwitz y se dirigió al “Bloque 11”- donde se encuentra el “Muro de la Muerte”, en el que los nazis fusilaban a los prisioneros y de ahí trasladaban los cuerpos a los crematorios – Ahí fue recibido por la Primera Ministra de Polonia, Beata María Szydło y, un grupo de doce sobrevivientes con quienes encendió una lámpara de recuerdo.

Más adelante se detuvo para rezar en silencio en la Plaza del Pasaje de Lista y posteriormente, antes de trasladarse al campo de Birkenau, plasmó en el libro de visitantes la siguiente oración: “Señor ten piedad de tu pueblo, señor perdón por tanta crueldad”.

Recorrió las vías del tren hasta llegar al Monumento a las víctimas de las Naciones, inaugurado en 1967 entre los crematorios II y III, donde colocó una vela de recuerdo y finalmente se encontró con 25 representantes y familiares de Justos entre las Naciones.

El Papa Francisco, realizó la visita en total silencio y al término del día, desde la sede del Arzobispado de Cracovia tras señalar que había ido a los campos de concentración y exterminio para recordar lo ocurrido hace setenta años. Afirmó haber sentido mucho dolor y crueldad.

Por último, se cuestionó “Cómo es posible que nosotros, hombres, creados a semblanza de Dios, seamos capaces de hacer lo que se ha hecho” y advirtió que “la crueldad no se ha acabado en Auschwitz, ni en Birkenau”, lamentando que actualmente en muchos lugares del mundo “hay guerra y sucede los mismo”.

Francisco ha sido el tercer Pontífice que visita Auschwitz, después de que lo hicieran Juan Pablo II en 1979 y Benedicto XVI en 2006. A diferencia de sus antecesores, Francisco prefirió recorrer en silencio y rezar, sin pronunciar ningún discurso.

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