Anunciación.- El Papa Francisco, preocupado por las dramáticas consecuencias del  paso de los fenómenos “Ingrid” y “Manuel”, además de dirigir un mensaje de consuelo y solidaridad a México, ha enviado 100 mil dólares a través del Pontificio Consejo “Cor Unum” para ayudar a los damnificados, mismos que serán distribuidos por medio de las diócesis de las zonas afectadas. De esta manera, el Obispo de Roma se suma a los esfuerzos de la Iglesia Católica en México, que, como lo ha hecho siempre en situaciones semejantes, desde el comienzo de la desgracia ha estado cerca de quienes han perdido a sus seres queridos y se han quedado sin hogar y sin patrimonio.

Los obispos de la República Mexicana, sacerdotes, diáconos, personas consagradas, seminaristas, fieles laicos y hombres y mujeres de buena voluntad, han respondido pronta, generosa y organizadamente ante la emergencia. Además de unirse en oración para implorar la misericordia divina, han ayudado a desalojar a personas y comunidades en peligro. Se han sumado a las tareas de rescate y limpieza. Han instalado albergues y centros de acopio. Han convocado a la solidaridad con los damnificados. Sorteando dificultades y limitaciones de recursos y de medios de transporte, han colectado y distribuido sin descanso y de forma permanente varias toneladas de alimentos, agua, medicinas, ropa y artículos de primera necesidad, a través de catedrales, parroquias y seminarios.

Informes
Conferencia del Episcopado Méxicano
Teléfono.-